marzo 13, 2006

MENTIRAS INOLVIDABLES. LOS ESCALPELOS DE LUPA CIUDADANA

Es meritorio y muy agradecible el esfuerzo ciudadano que impulsa la estupenda revista Letras Libres dirigida por el historiador Enrique Krauze para crear un espacio público ciudadano de análisis político en Internet llamado Lupa Ciudadana (http://www.lupaciudadana.com.mx), en donde se lleva un implacable registro y análisis de las propuestas que hacen los tres candidatos más fuertes en competencia por la presidencia de la república. Krauze, uno de los progenitores de ese espacio cibernético al alcance de cualquier interesado, afirma: “La idea, original de Gabriel Zaid, es crear una memoria crítica de las declaraciones y promesas de los candidatos a la Presidencia de la República. Se trata, según indican en el sitio, de “Impedir o por lo menos acotar la impunidad declarativa... Es un trabajo de años, que se logra luego de una presión sostenida de la sociedad organizada a través de los medios”. Agregan, además, “De forma gradual, la sociedad tenderá a hacerse más exigente, a no contentarse con escuchar las propuestas disparatadas de los candidatos pasivamente, a llevar el registro de lo que dicen y exigir su cumplimiento”. Y disponen también de una tribuna de fácil acceso para comentarios del público.
Es tan contundente y eficaz el nivel de análisis aportado por esta Lupa, que sus conclusiones me obligan a pensar hasta ahora, que tenemos candidatos con inclinaciones fanáticas hacia el humorismo involuntario; o que en lugar de tomarse la hierba buena en una infusión, se la fumaron. No conocen la cruda moral ni la mesura. Lo único que existe para estos próceres es el presente del mitin y la apasionada rendición de la muchedumbre entregada cual virgen a un fauno. Ahí no existen los límites.
Cuando examinamos las propuestas y sus reales alcances recitadas por los candidatos de los tres partidos grandes, recopiladas sistemática y ordenadamente por Lupa Ciudadana, se confirma la tesis de que las masas son entes fácilmente manipulables porque sus niveles de conocimiento de la realidad pertenecen, únicamente al ámbito irracional de las emociones y nunca de la razón.
Para los exaltados políticos no importa el mañana, les interesa el mitin del día y la muchedumbre que tienen enfrente convertida en un animal sediento de esperanza, de una ilusión que morirá en cuanto regresen a su realidad cotidiana para renovarse dentro de seis años o en cada elección.
Y también subsiste la impresión, ahora rigurosamente documentada, de que los candidatos son, en esencia, abusivos y malintencionados en sus frecuentes ataques de incontinencia verbal, en especial cuando analizamos sus propuestas y las llevamos a otros ámbitos de estudio y análisis que no están afectados por la pasión partidaria o la algarabía esperanzada de la masa popular, sino por la luz perturbadora de la inteligencia informada.
Desde luego que las plazas de los mítines, la escenografía, los ambientes festivos y sus manifestantes se confabulan para que no existan preguntas incómodas a los cándidos candidatos, ni oposiciones que los inquieten, y mucho menos críticas fundadas a sus ofrecimientos paradisíacos. La muchedumbre que asiste a un mitin, de cualquier color y geometría, sólo está obligada a escuchar, si acaso a emocionarse y aplaudir cuando le sugieren que debe hacerlo o cuando es arrastrado por la ola del “entusiasmo” contagioso de las otras víctimas. La forma de protestar del típico asistente a un mitin, cuando lo obligan a padecer esa tortura, será el mutismo; pero las más de las veces, quien asista, alabará y gritará a rabiar si lo que “piensa” que le están diciendo coincide con lo que él cree que puede ser “bueno”, que estaría “bien”; o tal vez se pondrá eufórico cuando escuche algo “provocador”, o cuando en ultima instancia simplemente “sienta” que le conviene porque oyó el verbo “dar” conjugado varias veces en futuro asociado con “millones”. El irreflexivo integrante de esa masa, festejará todo lo que diga “su” candidato si alguna de las cosas que propone tienen que ver “la ideología del partido”, lo que sea que signifiquen estos términos para quien escucha el flamígero discurso y para quien lo pronuncia. Los perspicaces candidatos siempre tendrán a la mano recetas incendiarias garantizadas, fórmulas discursivas que han resistido la prueba del tiempo y demostraron ser de alto impacto para excitar el arrebato y el aplauso fácil de la multitud.
Durante el mitin, el líder guiará su camino con el aplausómetro, tendrá en cuenta las expresiones corporales de la muchedumbre y su calentura masiva; percibirá en aquella concentración informe y pasiva, gratuita y dispuesta, las emociones que le produzcan alegría o enardecimiento. Ese es el momento crucial, en que el candidato descubre las claves, y encuentra el camino correcto para hilar un discurso “exitoso” y salir triunfante del mitin. Comenzará a provocar esas reacciones “espontáneas” en la masa manipulando los botones correctos para causar el mayor impacto en los oyentes, usando demoledoras frases que rematen en promesas, y lleven a su audiencia al paroxismo, a la lisonja, a las porras por contagio, y tal vez, hasta las lágrimas, si tiene suerte y es su día. Ese es también el momento en que el candidato supone que existe la sensibilidad indispensable para dar a conocer sus lúcidas “propuestas”, y entonces verterá torrentes de ideas, gestos y acciones futuras que le permitirá, a él y sólo a él, salvar al país de la miseria y el atraso en que se encuentra, según jurará el prometedor en turno. En esos momentos de afinidad con la masa, importará muy poco si lo que promete o dice el candidato es una verdadera estupidez, algo incumplible o un auténtico y descomunal disparate, él lo dirá de todas maneras aunque sepa que no es real lo que está proponiendo; no se detendrá aún cuando tenga la seguridad de que le será imposible cumplir su interminable retahíla de ofertas. Y prometerá más, una y otra vez, porque en su discurso se escuchan bien, impactan duro, suenan reales, y sabe que con ellas tendrá en el bolsillo a la multitud por unos minutos. Mañana será otro día. Los fantasiosos candidatos tienen, además, la certeza de que nadie les reclamará sus incumplimientos, asumen que ningún decepcionado ciudadano les pedirá cuentas de sus actos y promesas, inmediatamente convertidas en quimeras, porque todos los que aspiran al poder juegan un viejo juego perverso que nunca se desgasta: las multitudes no tienen memoria. Y los mexicanos menos.
Pues les tengo buenas noticias a los señores candidatos. Resulta que la impunidad propositiva, esa gelatinosa diarrea que los ataca provocándoles incontinencia verbal, se terminó. Y la catástrofe inició con la aparición del primer regurgitador nacional de dislates que más y mejor se ha registrado en la historia de México: el señor Fox, durante su campaña y a lo largo de toda su patética administración. Hoy todos tenemos en la memoria sus tremendos disparates declarativos y propositivos que funcionaron como un gancho emocional para lograr votos de los ingenuos y desinformados mexicanos. El registro de los infinitos dislates foxistas quedó grabado para la historia en los efímeros medios de información, y a pesar de que no se tenía una memoria ordenada ni un análisis crítico sistemático de sus desmesuradas propuestas, eran tan grandes las tonterías y tan festejadas las barbaridades expresadas, que subsistieron en el recuerdo colectivo gracias a la insistencia de los medios y a la labor pertinaz y comprometida de algunos analistas y columnistas.
Para fortuna de todos, ahora existe un espacio ciudadano para la memoria y la historia política, que registra y ordena las propuestas de los candidatos, y después, las somete a un riguroso análisis con expertos de verdad en cada uno de los temas, quienes las califican del cero al diez según su viabilidad. Casi la totalidad de las “mentiras inolvidables” que nos recetan los suspirantes del poder son reprobadas, no se salvan ni de panzazo, lo cual quiere decir que dichas “propuestas” son inviables por diversas razones, entre otras, por limitaciones presupuestales, otras de orden político, de equilibrio de poderes, entorno internacional problemático, por la previsible ausencia de acuerdos, incultura política, errores de cálculo, restricciones de orden sindical y laboral, rígidos marcos jurídicos, carencia de cuadros capaces, distintos ámbitos de competencia, corrupción infinita y una extensa variedad de argumentos y limitantes de carácter técnico, social, político e histórico. O reprueban simplemente porque sus propuestas alcanzan la categoría de auténticas estupideces, que reflejan el gran desconocimiento del tema por parte del candidato hablador y mentiroso. Sus promesas no pasan las pruebas de “consistencia, cantinflismo y factibilidad” que les aplican en la Lupa Ciudadana. Y que decir de aquellas sesudas ofertas que suponen estar descubriendo el hilo negro y resultan tragicómicas en la realidad de hoy porque ¡ya existen!, están funcionando y tienen un marco legal que las acota.
Los amigos de la Lupa Ciudadana están haciendo su labor, muy encomiable insisto, y ahora le toca a usted, inquieto lector, informarse para impedir que uno o varios políticos le vean la cara de tonto en las próximas elecciones por dejarse convencer mediante grandilocuentes promesas huecas.
Un votante informado siempre será mejor para el país porque no votará por aquellos candidatos alucinados o rabiosos, ni por sus propuestas disparatadas e inviables.
Votar sin un razonamiento mínimo de lo que fueron y representan hoy los partidos y sus candidatos nos puede llevar a los mexicanos al suicidio político.
Las consecuencias de emitir un voto mayoritario a favor de un sectario chivo en cristalería serán incalculables para el país. Un error de apreciación o una irritación mal resuelta a la hora de votar, nos puede costar a los mexicanos cuando menos 12 años de reparaciones y cirugía mayor, menos desarrollo para todos y estaremos en riesgo de perder una generación por llevar a un bufón mentiroso, incompetente e ignorante a la presidencia de la república.
Sin embargo hay que ser optimistas y pensar que la mayoría de los electores ahora sí decidirá con el cerebro y no con las encuestas. De usted depende, suertudo lector, el barco es suyo. Ah, nomás no se le olvide que en la panguita vamos todos, unos de aventón y otros remando con fuerza.

marzo 09, 2006

GRIPE AVIAR

¿LA PESTE A LA VUELTA DE LA ESQUINA?
No es juego. No es un simulacro. Tampoco es una exageración ni un chiste. No es ficción.
Es cierto que el virus H5N1 no se contagia de humano a humano todavía, pero las personas que se han infectado continúan muriéndose. Por ahora van más de 100 víctimas. Más de 200 millones de aves muertas o sacrificadas para tratar de controlar la epidemia. La demanda de pollo y huevo ya comenzó su caída, no sólo en Europa sino en México.
Las aves que contraen el virus H5N1 se mueren irremediablemente una vez que se infectan. Los gatos y otros felinos sucumben también al contagio. Los seres humanos se mueren cuando el virus logra “saltar” de aves enfermas a su organismo y el porcentaje de mortalidad es muy alto. Cuando estalle la pandemia que todo el mundo científico espera, no será posible que ningún sistema de salud del país o de los estados, atiendan con suficiencia y eficacia los casos que se presenten cuando se transmita el virus entre humanos, lo que ocurrirá, fatalmente, según se observa por el desarrollo y crecimiento de la infección en varios países del mundo. Debemos entender con la franqueza que el caso amerita, que no habrá clínicas suficientes, ni hospitales, ni centros de salud, que alcancen para atender a los mexicanos contagiados. No es película. Así que las autoridades no se la deben tomar a la ligera porque este asunto significará una altísima mortalidad una vez que se presente la enfermedad en su modalidad de humano a humano.
Por lo pronto no sobrará ninguna medida de control. No será un inconveniente que inclusive se exageren las medidas sanitarias de control para impedir una epidemia en México y posterior pandemia.
El riesgo de infección por el virus H5N1 avanza sin freno por todo el mundo. Las noticias sobre el tema de la gripe aviar en la prensa internacional aumentan su frecuencia y gravedad, lo que antes eran notas perdidas en las secciones interiores de los periódicos ahora ocupan páginas editoriales y primeras planas, lo que refleja el temor existente en todo el mundo.
Las personas que mueren por contagio directo de aves aumentan día a día.
Hasta ahora ya son tres continentes afectados: Asia (18 países), África (3 países) y Europa (14 países). Nadie está a salvo. La enfermedad comenzó en una perdida región rural de un pequeño país asiático, y el caso es que ahora ya se expandió a 35 naciones más y continúa extendiéndose para alcanzar ya a tres continentes. Con un solo país que se descuide o trate de esconder la presencia del virus, será suficiente para que se propague entre los seres humanos, ya lo han hecho algunos países asiáticos como China.
¿Cuánto tiempo tardará en llegar al continente americano y a México? ¿Por dónde llegará?
En varios países el ejército ha comenzado a tomar el control de la situación. En Alemania destinaron 300 soldados para recolectar aves muertas en la isla Ruegen y envían aviones militares para observar si existen más aves muertas en su territorio; las autoridades locales de la isla no tienen capacidad para atender el problema que, por ahora, se presenta sólo en aves salvajes. En México el ejercito mantiene bajo resguardo un millón de dosis de vacunas contra la gripe aviar, en su variante peligrosa H5N1, que serán utilizadas en caso de que se detecten los primeros casos de contaminación, según informó el secretario de Salud, Julio Frenk Mora. Y eso que la tal por cual vacuna específica para el H5N1 no existe por lo que las vacunas disponibles no curan la infección de este bicho mortal. Este funcionario que para su fortuna y la nuestra no es precisamente foxista sino un científico nacional bien calificado, tiene clara la película y conoce con certeza el real e inminente peligro que implicaría la aparición del virus en nuestro país. El gobierno de los Estados Unidos por conducto del Departamento de Seguridad Interior realizó a fines de diciembre de 2005 un ejercicio de simulación para enfrentar una eventual pandemia de gripe aviar.
La vacuna en contra del virus H5N1 aún se encuentra lejos, pero muy lejos. Lo que tenemos como remedio a resguardo del ejército mexicano es un antiviral llamado Tamiflu que podría ayudar pero que no cura, como ya lo explicamos en otras colaboraciones; tiene además, el alto riesgo de que si el medicamento es aplicado erróneamente, puede generar resistencia en el virus desatando otra infección imparable. La revista New England Journal of Medicine, describió este descubrimiento como “atemorizador” y agrega “... el uso indiscriminado de ese medicamento podría impulsar el crecimiento de un virus resistente, lo cual desencadenaría una segunda ola de infección contra la que podría no haber defensa”. Vea usted lo que nos dice el boletín de actualización No. 4 de la OMS “Antes de que una nueva vacuna antigripal esté lista para ser utilizada en el ser humano son necesarios varios requisitos. A los virus utilizados en las vacunas antigripales se les hace crecer en huevos de gallina. Sin embargo, como el virus H5N1 es tan mortal para los embriones de pollo, para preparar el virus H5N1 prototípico destinado a la producción de la vacuna se necesita una nueva técnica, conocida como genética inversa. La genética inversa combina información genética seleccionada del virus tomado de los casos reales con un virus de laboratorio. El virus resultante es reconocido por el sistema inmunitario humano, generando una respuesta inmunitaria protectora, pero no la enfermedad. El virus también puede ser modificado genéticamente, de forma que deje de ser mortal para los embriones de pollo. Otra ventaja del uso de la técnica de genética inversa es que proporciona un virus prototípico cuyo crecimiento durante la producción de la vacuna es previsible”. Lo que en cristiano quiere decir que no son enchiladas. Hay buenas intenciones e investigación pero lo que no existe hoy es una vacuna efectiva contra el H5N1.
Los términos para designar la enfermedad van cambiando con el tiempo. Antes se hablaba de epidemia, ahora el término pandemia es de uso general por el impacto que ya tiene la enfermedad en varios países del mundo. Y no crea usted que lo estoy inventando, de ninguna manera, nos lo recuerda a usted y a mí, ni más ni menos el Director General de la Organización Mundial de la Sanidad Animal (OIE), Bernard Vallat, el funcionario internacional agregó en el más reciente conclave mundial de veterinarios sobre los avances y el control del virus H5N1 celebrada en París que “con la excepción de Australia y Nueva Zelanda, que no son afectadas por la migración de aves provenientes de las zonas afectadas, el resto del mundo está directamente expuesto”.
¿Cómo y con qué vamos a detener en México a este nanométrico bicho?
Al paso que vamos existe el riesgo de quedarnos sin aves de corral, sin cerdos, sin perros, sin gatos, sin tigres en los zoológicos y por si fuera poco, la humanidad puede disminuir su numero significativamente. Se especula sobre una posible muerte del 25% de la población mundial una vez que se declare la pandemia.
Como lo apunté en este mismo espacio en las seis colaboraciones que escribí sobre el tema entre el 14 y el 21 de noviembre del 2005, la fuente de contagio principal, por ahora, serán las aves salvajes migratorias principalmente, las que contagiarán sin remedio a las aves de corral y enseguida es factible que también enfermen otras especies en cautiverio como los cerdos; no escaparán los gatos ni los perros y menos, desde luego, los seres humanos. Todos mamíferos. En el caso de los felinos, hay investigaciones que consignan el contagio de gato a gato en pruebas de laboratorio que se realizaron desde el 2004. El patólogo Thijs Kuiken del Centro Médico Erasmus en la ciudad holandesa de Rótterdam, nos hace saber: “nosotros intentamos infectar en total a siete gatos con el virus H5N1. Colocamos el virus en las vías respiratorias de algunos animales, a otros les dimos de comer carne de pollos infectados y en otro caso mezclamos gatos sanos con animales enfermos en jaulas. Pudimos enfermar a los gatos en tres días y por las tres vías. Se encontró el agresivo virus H5N1 en el hígado, el cerebro, los riñones y el bazo. Los gatos enfermos eliminaron el virus por las heces, la orina y la saliva”.
Ante los últimos brotes en Alemania, infinidad de apanicados propietarios que tienen un gato como mascota, han inundado los lugares destinados al sacrificio de estos animales por el temor a ser contagiados por el virus. La Sociedad Protectora de Animales de ese país europeo señaló: "Nos han traído a centenares de gatos. La gente tiene miedo de que tengan la gripe aviaria". De ahí que los gatos y los perros que no se encuentren encerrados y a buen resguardo de sus dueños representen un peligro inminente de contagio.
¿Por qué no remediarlo desde ahora con pequeñas acciones? ¿Qué nos cuesta prevenir?
Los municipios del estado deben acelerar la recolección de animales sueltos y callejeros porque éstos se podrían alimentar de aves silvestres contagiadas. Las autoridades de SAGARPA y de la Secretaría de Salud deben extremar sus precauciones, sistemas de vigilancia y monitoreos.
Dudo que exista un laboratorio de alta tecnología en el estado que pueda identificar el virus porque la OMS sólo tiene unos cuantos centros certificados en todo el mundo. ¿Ya hicimos algo al respecto? ¿Los científicos del estado ya están preparados para enfrentar el problema y divulgar las medidas preventivas que debe seguir la población? Ninguno ha dicho nada, ni científicos ni autoridades. Sólo han indicado que, como no ha llegado el virus se mantienen vigilantes. Tan tan.
La FAO insiste en que la gente debe evitar cualquier tipo de contacto con animales muertos o con síntomas de la enfermedad, y exhortó a que en las áreas donde se han producido brotes, no se consuma carne de pollo o huevos. Recomienda, además, algo fundamental, "indemnizar a los campesinos por la pérdida de sus animales... para lograr que se denuncien en forma rápida la aparición de brotes, porque sin incentivos económicos, la gente ocultará los brotes y venderá los pollos infectados". Y remata con algo fundamental: un urgente llamado para realizar una campaña masiva de información pública en apoyo de los esfuerzos en la lucha contra la gripe aviar. ¿Conoce usted alguna campaña en BCS? Yo tampoco.
Estamos a tiempo para un razonable control de daños. Hay todo un sistema de alerta y monitoreo mundial y no debemos pensar que como estamos ubicados en la quinta madre, casi aislados, en nuestro estado no va a pasar nada.
El exceso de confianza, el silencio y el miedo son los verdaderos enemigos que nos pueden enterrar.
Ojalá no tenga nada que reclamarles a nuestras autoridades en un futuro cercano. Y si hubiera tal reproche, no desearía hacerlo desde el epitafio de un sepulcro en el frío panteón de Los Sanjuanes en donde todos podrían leer: “se los dije...”.
Eso si alcanzan los lugares.

marzo 03, 2006

LAS ARCADAS DE LA MUERTE. MINAS DE CARBÓN

Las minas de carbón son siempre un riesgo y sinónimo de un entierro en vida.
Sus honduras y recovecos son un recordatorio irrevocable del largo viaje hacia la oscuridad absoluta, al aire enrarecido, a la muerte cotidiana.
Los mineros del carbón conviven y toleran todo: el polvo de carbón siempre presente, la perpetua presencia del gas grisú, el gas metano, una visibilidad disminuida y sueldos miserables, ausencia de sindicatos reales que los defiendan y apoyen, sus “lideres” se venden por unas monedas, sin equipos especializados, carentes de tecnología y herramientas, mal comidos, atacados por una conjuntivitis incurable, ojos llorosos, durísimas jornadas de trabajo, dolores de cabeza persistentes, pulmones con fibrosis, piel cianótica de tonos grises y azules... viven en la antesala del infierno por un pago promedio de 400 pesos por semana de seis días de agotador trabajo cuando les va bien.
La mano de obra original es casi siempre rural en primer término. Campesinos que cambian un suplicio por otro infierno que al menos les permitirá mal comer a riesgo de su propia vida. Muchos se convierten en carne de cañón porque entran a trabajar a las minas con más necesidad que información o conocimientos, sin una mínima preparación. Nadie los induce y conduce para ser mineros del carbón con un mínimo de oficio, todo lo aprenden al paso del tiempo gracias a la comunicación con los compañeros más viejos y expertos, a quienes la vida en las profundidades de los socavones y la práctica adquirida convirtió en maestros del oficio. Nadie les dijo antes de entrar a las grandes cuevas y túneles interminables a lo que se enfrentarían: accidentes, disminución de esperanza de vida y la muerte pronta si tienen suerte, miseria y pobreza. Deplorable calidad de vida por toda su existencia.
El cambio de actividad para muchos mineros del carbón es sólo un sueño mítico acariciado en sus noches eternas y oscuras soledades: “ya casi completo para largarme de este maldito antro infernal”. Pero lo que llega antes, sin falta, es siempre la muerte, dentro de la mina o afuera, cuando se retiran por alguna enfermedad asociada a su trabajo. Están también los condenados de la tierra, quienes jamás saldrán de esas negras tinieblas porque no tienen otra opción y sólo así logran mal vivir en la mayor de las miserias; no tienen ni tendrán oportunidades en otro trabajo. Para las autoridades y la empresa son un numero, no existen, ni ellos ni los trabajos alternos. Saldrán de la mina enfermos o muertos, sin pensión, sin servicio médico, sin atención de ninguna clase, únicamente para morirse de “viejos” antes de los 50. Desde tiempos inmemoriales en las zonas mineras de carbón de Coahuila no existe otra actividad productiva. Es la mina o la muerte, ambas serán inseparables para estos mexicanos abandonados a su suerte y a la explotación más infame.
Los viejos mineros que extraen el carbón y logran sobrevivir a años de explotación y sufrimiento tienen una esperanza de vida no mayor a los 55 años y en condiciones de enfermedad y pobreza extremas. Es probable que este sector productivo del país sea el más olvidado de todos y el más explotado. Apenas en 1972 los carboneros se incorporaron a los beneficios de la seguridad social institucional, y no todos, sólo una minoría lo logra por las trampas y ambiciones de los patrones y por los sátrapas que dirigen un sindicato corrupto hasta la médula.
Como en todas las profesiones y oficios de alto riesgo el margen de error dentro de la mina es cero. Quien cometa una equivocación en sus tareas, por negligencia o ignorancia, lo pagará caro con su propia muerte y la de sus compañeros, porque cualquier accidente en las profundidades involucrará, sin escapatoria, al resto de los que se encuentren presos en la misma ruina de túneles.
En ocasiones la naturaleza les cobra a los mineros por adelantado enterrando a sus trabajadores debido a los derrumbes frecuentes de los que difícilmente saldrán vivos. Los que se salvan quedarán impedidos y condenados a vivir una muerte más lenta y atormentada porque quedarán discapacitados en alguna medida, sin trabajo y sin ingresos. Nula protección social.
El gas grisú que se acumula en la mina es producto de la propia explotación del carbón. Viene con el producto, forma parte de él, emana de los pedazos de carbón que desprenden porque está en sus poros. Y en toda la mina. Su composición es gas metano, anhídrido carbónico y nitrógeno; es altamente inflamable y tóxico en determinadas concentraciones. El poder calórico del este gas es varias veces superior a la del gas propano y butano y aún del propio carbón. En determinadas concentraciones es el enemigo mortal de los mineros porque la explosión puede ser inminente y fulminante. Una sola chispa bastaría para causar una catástrofe multitudinaria como ya vimos.
Las tareas propias de la extracción del carbón, el tráfico y el ajetreo al interior de la mina, provocan la aparición de otro mortífero enemigo de quienes se dedican a esta actividad: el polvo de carbón. Mientras más fino es mayor su poder explosivo. Por esta razón la pólvora de los fuegos artificiales que disfrutamos durante las fiestas contiene el 15% de finísimo polvo de carbón.
La combinación apocalíptica se presenta cuando existen grandes concentraciones de gas metano o de grisú y de polvo de carbón flotando en la atmósfera de la mina en una misma nube letal. Y éste puede ser el inicio de una sucesión de calamidades mortales para los mineros que ahí se encuentren. Si los encargados de la seguridad de la mina no detectan el problema por negligencia, por complicidades con los patrones de la mina o por ignorancia y no se dedican a bajar las altas concentraciones de los gases, y por otro lado, a disminuir el potencial poder explosivo existente debido a la presencia del polvo de carbón, sólo hará falta una chispa para encender la mecha del infierno. O un lamentable accidente.
Cuando se produce la explosión, suponiendo que se origine primero por una alta concentración de grisú o de metano, cualquiera de éstos gases sería el detonante que producirá una descomunal reacción en cadena porque al estallar el gas, de inmediato se comienzan a encender, una a una, las millones de partículas de polvo de carbón y los gases que flotan al interior de toda la mina produciéndose una enorme explosión que desatará temperaturas de hasta 800 grados centígrados por todos los rincones del laberinto de túneles.
Los desgraciados mineros que se encuentren en el interior serán alcanzados primero por una enorme presión de cientos de kilos por centímetro cuadrado que les desgarrará los oídos, y puede desviscerarlos o descoyuntarlos y estrellarlos contra las paredes de la mina al levantarlos del suelo con una fuerza inaudita matándolos en forma instantánea. Apenas se darán cuenta de lo que ocurrió. Los insepultos, alcanzarán a ver por unos instantes el mismísimo infierno antes de morir; en fracciones de segundo, se les vendrá encima un gigantesco torrente de fuego blanco y amarillo que aparecerá inmediatamente después del trueno y provendrá desde el sitio en que se causó la explosión para recorrer todos los túneles de la mina; la ola de fuego los arrollará calcinándolos de inmediato convirtiéndolos instantáneamente en ceniza. En micro segundos les quemará la carne de todo el cuerpo hasta desaparecerla y enseguida les calcinará todos los huesos del cuerpo. No quedará nada para rescatar. Imposible salvar a nadie, su tumba eterna será el túnel en donde se tropezaron con la muerte.
En Pasta de Conchos, en Coahuila, nunca hubo 65 mineros vivos para salvar después de la aterradora explosión. Los viejos mineros lo supieron desde que sintieron el temblor en el suelo y al escuchar el gran estallido. De milagro no sucumbieron los rescatistas porque el nivel de gas metano superaba el 52% cuando el permisible debe ser del 1%. Lo midieron hasta que llegaron los gringos ¿y antes con qué lo median, con la nariz, a ojo? Criminales, ni siquiera tenían equipo para medir la concentración de gas.
Las autoridades federales y los dueños de la mina se enteraron desde el inicio que no habría ni un solo sobreviviente y lo ocultaron especulando con la esperanza de los familiares. No fue solamente un simple derrumbe sino una explosión gigantesca que demolió parte de la mina cancelando toda posibilidad de vida al interior de ese catafalco. Todos lo sabíamos.
El manejo de la crisis fue estúpido y convenenciero a favor de los intereses de la empresa.
Jugaron con el dolor de las familias por cuidar sus indecentes cochupos.
Nuevamente los foxistas con un representante del yunque a la cabeza dieron una muestra más de la gran indigencia moral y estupidez que les caracteriza. Y continuarán con sus infinitas torpezas ahora con la rebatinga sindical para inflar el problema en tiempos por demás inconvenientes.
Esta será una de las grandes tragedias mineras que tendremos que lamentar y recordar por muchos años.
Las autoridades federales y los dueños de la mina merecen nuestro más profundo desprecio.
Desde mi modesto espacio les envío un abrazo solidario y confortante a todas las familias afectadas.
A los mineros del carbón hoy conocidos y a los cientos que permanecerán en el anonimato los saludo con respeto y asombro.
Le recomiendo, inquieto lector, una estupenda novela de donde obtuve algunos datos para esta columna: La noche eterna en las minas. El autor es el ingeniero minero, Alfonso Mario Cárdenas Berrueto, y lo editó la Universidad de Nuevo León en el 2003. Consígalo, le va a gustar, es apasionante y aprenderá un poco más sobre el arduo trabajo que desempeñan estos seres excepcionales que son los mineros del carbón.

Y SI UN DÍA DESAPARECIERAN LAS MAÑANERAS…

A veces me preguntó ¿qué pasaría si no hubiera mañaneras? ¿Se acabaría la democracia en el país? ¿Se terminaría la inseguridad que padecemos...