mayo 06, 2009

INFLUENZA. LA CATÁSTROFE PERFECTA

Esta columna fue publicada por El Sudcaliforniano en dos partes, 5 y 6 de abril de 2009. Aquí se presenta en una sola edición.
¡Carajo!
¿Qué habremos hecho los mexicanos para merecer tanta infamia?
¿De parte de quién?
¿Y ahora qué vamos a hacer?
No hay escapatoria. Ni santos ni diablos nos ayudarán. Menos los chamanes. San Juditas menos, porque esta es una real causa imposible. Ni con los brujos de Catemaco trabajando a todo vapor, al influjo de sus hierbas milagrosas nos garantiza algún resultado ganador.
¿Qué le hicimos a Dios?
¿Qué mal gesto le hicimos a la Guadalupana?
No me voy tan lejos en la memoria, apenas hace unos cuantos meses el precio del petróleo rondaba los 140 dólares por barril, el país nadaba en un mullido cochon de billetes verdes, el único problema fue que no supimos en dónde quedó tal cantidad de dinero; después nos alcanzó una megacrisis global en la que ya caíamos con lentitud y se veía una salida, si usted quiere apenas una lucecita. Luego nos alcanzó un sismo de buen tamaño. Por si fuera poco, estamos enfrascados en una guerra de larga duración contra el crimen organizado que ya le costó la vida a más de 6,000 mexicanos.
Ya viviamos en un escenario de inestabilidad y terror.
En este contexto demencial puedo asegurar que en el mes de septiembre nos atacará el huracán más poderoso de la historia cuyo nombre será Oink, marca llorarás, que nos dejara convertidos en pinole.
Y de pronto, sin previo aviso, nos sorprendió con espanto la aparición de un virus maligno y letal, últimamente rebautizado por la OMS como Influenza A(H1N1) para no dañar la industria porcina, la cual, por cierto, ya se fue al caño.
La catástrofe perfecta para hundir a cualquier país. No se necesita más.
El apocalipsis revelado.
Se hundió la economía, está arruinado el empleo y desapareció el turismo en un santiamén. “Tenemos influenza para un año” vaticinó el Dr. Jesús Kumate.
Si acaso nos levantamos de esta maldición seremos invecibles. Pero no hay que ser muy optimistas porque las pestes han acabado con grandes civilizaciones, menos depredadoras que la actual, en la historia de la humanidad.
Con una sola crisis, la financiera, un país del primerísimo mundo, Islandia, se declaró en quiebra. Por la misma razón y otras propias, Estados Unidos está en la ruina financiera pero… he aquí la gran diferencia, su sistema para el control y prevención de enfermedades infecciosas estaba intacto y operando. Igual el de Canadá, y el del Reino Unido. Operan no solamente para el registro estadístico de sucesos del sector salud sino con todo el respaldo técnico y financiero para investigar y aplicar planes de contingencia a causa de una emergencia epidemiológica como la que ahora rige al mundo.
Estos países, todos del primer mundo, tienen la capacidad científica y tecnológica para reconocer la presencia de un virus patógeno, identificarlo y generar su mapa genómico en un tiempo record de solamente 24 horas. Se llama biología molecular. México tuvo que recurrir a los laboratorios canadienses primero, y después a los norteamericanos, para saber si se encontraba ante la presencia de un virus letal como el de la influenza porcina, ahora llamado AH1N1.
Durante la reunión de autoridades sanitarias en México el 28 de abril, el Dr. Cordoba señaló, “a nombre” del Comité de Emergencias de la Organización Mundial de la Salud, lo que sigue: “El 23 de abril a las 3 de la tarde nos mandaron un correo electrónico (de Canadá) con el genoma del virus y ese mismo día declaramos la alerta”. Las muestras fueron enviadas entre el día 13 y el 18 de abril, según se desprende de lo que dijo.
Así, la OMS elevó el nivel de alerta el 29 de abril a la fase 5: “… se caracteriza por la propagación del virus de persona a persona al menos en dos países de una región de la OMS. Aunque la mayoría de los países no estarán afectados en esta fase, la declaración de la fase 5 es un indicio claro de la inminencia de una pandemia y de que queda poco tiempo para organizar, comunicar y poner en práctica las medidas de mitigación planificadas”.
No falta mucho, probablemente en esta misma semana, para declarar la alerta en su fase 6 “… la fase pandémica, se caracteriza por los criterios que definen la fase 5, acompañados de la aparición de brotes comunitarios en al menos un tercer país de una región distinta. La declaración de esta fase indica que está en marcha una pandemia mundial”. De hecho este supuesto ya se dio y es previsible, que de un momento a otro, sea declarada la fase pandémica por la OMS.
Eso para México ya será lo de menos, porque en los hechos, estamos en la fase 6.
No me quejo, aunque ganas no me faltan. Es solamente marcar el hecho de que pudiendo hacer las cosas bien las hacemos regular. Y le voy a explicar porqué.
Desde finales del 2005 con Julio Frenk a la cabeza del sector salud, y en espera del arribo del virus de la influenza aviar, se elaboró un extraordinario “Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante una Pandemia de Influenza” (PPR), señalando en su oportunidad, que era un documento dinámico que contiene lineamientos generales para todos los ámbitos del país. Posteriormente se elaboró una segunda versión del mismo Plan, y es el que está a disposición en Internet en esta dirección por si le interesa: http://www.dgepi.salud.gob.mx/pandemia/FLU-INDEX.html.
Las mismas autoridades de la Secretaría de Salud anuncian que existe una versión actualizada del Plan realizada en el 2008 pero no se encuentra a disposición del público, y al parecer, lo tienen guardado en sus escritorios, si es que existe, porque el sitio de Internet en donde está el Plan no se ha actualizado desde el mes de octubre del 2008.
Esa es una parte de las explicaciones pendientes.
La otra respuesta que les exijo es epidemiológica y tiene que ver con la capacidad tecnológica, de laboratorios, para identificar bichos patógenos que pueden llevar a un país a emitir declaraciones oportunas de alerta para la población en el caso de una epidemia con riesgo de pandemia.
Desde que se identificaron los primeros casos de influenza epidémica a partir de los brotes en Perote, Veracruz, y un caso en Oaxaca, los análisis resultaron mayoritariamente negativos para virus de la gripe porcina en las muestras que se enviaron a Canadá y los CDC. Excepto dos: el caso de un niño que resultó positivo a influenza A (H1N1) de origen porcino, y el de una señora que falleció por una falta típica de atención oportuna, llegó al hospital con un cuadro de neumonía grave complicada con diabetes. El niño vive porque fue atendido con los antivirales adecuados, gracias a la exigencia de las comunidades afectadas que obligaron a autoridades locales de Veracruz a atender un brote epidémico de gripe en esa comunidad, y probablemente, por la intervención de la empresa porcina transnacional Carroll.
El 3 de mayo (El Universal), Michael Ryan, Director de Alerta y Respuesta Global de la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que desde el 11 de abril alertó a México de casos inusuales de neumonía en Veracruz, pero que las autoridades mexicanas negaronque fuera una epidemia.En realidad mintieron, digo yo.
La empresa, las autoridades sanitarias internacionales y las de Salud de Veracruz, se enteraron desde fines de marzo cuál era el riesgo porque impusieron un cerco sanitario en la comunidad de La Gloria y conocieron los resultados de las muestras de laboratorio a través del consultor sanitario de la empresa, quien a su vez, notificó a la OMS. A pesar de ello, el mismo secretario de Salud del estado de Veracruz, Manuel Lila de Arce señaló: “No es epidemia, no es influenza, se está fumigando porque puede haber algún otro roedor, mosco no hay ahí, pero se trata de evitar que haya alguna proliferación de otra enfermedad que no sea propiamente ésta” (La Jornada 29/04/2009). En la comunidad de La Gloria, Veracruz, según vecinos del poblado, se registraron al menos tres menores muertos y no sabemos si se trató de la influenza AH1N1. Varios residentes de las comunidades en donde se encuentra la empresa, tanto de Puebla como de Veracruz, se encuentan sujetos a proceso y en la cárcel por defender sus derechos en contra de una megagranja porcina transnacional contaminante.
En estos asuntos epidémicos el tiempo es oro molido, es vida o muerte, y si el diagnóstico no se hace con la rapidez y precisión que el caso amerita y se notifica, significará cientos o miles de infectados, aunque no necesariamente condenados a muerte. Eso dependerá de la calidad y oportunidad de la atención médica que reciban porque el virus no es tan letal como parecía en un principio.
Por ahora.
Las autoridades federales nos deben una explicación por lo inoportuno de sus diagnósticos. También nos deben una explicación del porqué no hicieron la tarea para terminar las disposiciones del apartado del PPR: “Confirmación diagnóstica” en lo que se refiere al fortalecimiento de la red de laboratorios nacionales, estatales y regionales, la capacitación del personal; y el fortalecimiento de la capacidad de bioseguridad con nivel 3.
La razón de esta exigencia, es la abundante cantidad de quejas y la evidencia demostrada sobre la incapacidad para hacer análisis de laboratorio y la carencia de medicamentos, específicamente antivirales.
Apenas el martes 28 de abril fue anunciada la adquisición de pruebas rápidas para determinar, exclusivamente, si se trata de un virus tipo A, no el subtipo AH1N1, y aplicar de inmediato el tratamiento adecuado a base de Oseltamvir. Tiros de escopeta. También anunciaron que a partir del jueves 30 de abril o del viernes 1 de mayo, se adquirirá el equipo para hacer, “masivamente”, pruebas de estudios genómicos que permitan identificar, plenamente, la cepa de un virus y su subtipo genómico. Serán 6 nuevos laboratorios, dijeron, con la capacidad tecnológica para realizar los estudios necesarios, los cuales, ya deberían haber estado en funcionamiento ANTES de la epidemia, porque así estaba planeado desde 2005, pero no se hizo. ¿De que sirvió el simulacro de pandemia “Escudo Centinela” realizado en el 2006? Parece que de nada. En los hechos, a partir del jueves 30 de abril solamente un laboratorio para diagnóstico molecular se encuenta funcionando, se capacita, sobre la marcha y por encima de los muertos, a los operadores de los otros 5 laboratorios que funcionarán “en los próximos días”.
Lo anterior quiere decir que no teníamos más que saliva y buenas intenciones para enfrentar una epidemia.
Es clara la negligencia federal, criminal, porque ya sabíamos desde el 2005 que el mundo estaba a la espera de una posible epidemia ocasionada por un virus. Es cierto que la alerta mundial se refereía al virus de la gripe aviar, el H5N1, pero a final de cuentas y para efectos prácticos, las fases de alerta son las mismas y la estrategia de ataque también es muy similar.
¿Porqué no funcionó con eficacia y prontitud la Unidad de Inteligencia para Emergencias en Salud cuyas instalaciones fueron pomposamente inauguradas por el Presidente de la República en febrero de 2007? En esa Unidad se deben desarrollar funciones tan importantes como son: la búsqueda de eventos de riesgo potencial para la salud de la población; la revisión continua de medios de comunicación; el monitoreo de sitios web de instituciones nacionales e internacionales; la recepción de notificación inmediata de eventos epidemiológicos; y la provisión de información para la toma de decisiones. Se supone que funciona 24 horas al día los 365 días del año. ¿Dónde estaban?
¿En más de un mes no encontraron nada sospechoso en Perote ni en Oaxaca?
Entre la confusión de las cifras que da el Secretario de Salud en sus conferencias de prensa, las que aparecen en su sito de Internet y las de la OMS, hay una marcada falta de consistencia. Por ejemplo, las que se reportan en la Web de la Secretaría, hasta el 29 de abril sostenían: 1918 personas es el total de casos con Infección Respiratoria Aguda Grave con sospecha de Influenza Porcina; 283 casos probables de Influenza Porcina; y 99 confirmados de influenza porcina. En cuanto a los fallecimientos, a la misma fecha, han muerto un total de 84 personas, con sospecha de influenza porcina; y en 8 fallecidos se confirmó el deceso por influenza porcina.
La información estadística del sitio Web de la Secretaría de Salud cambió (para mejorar) desde el día 30 de abril, reduciendo la información específicamente a los casos de Influenza A(H1N1) y proporcionando solamente tres indicadores. En el corte al 1º de mayo se reportó: Número de casos confirmados 397; número de casos dados de alta 381; y número de defunciones 16. El 2 de mayo agregaron un mapa interactivo para saber la situación que guarda cada uno de los estados.
Por su parte, la OMS informó en su actualización 13 del 4 de mayo, 985 casos de influenza A(H1N1) reportados en 20 países, siendo México el que encabeza la lista con 590 casos confirmados, cifra que incluye 25 fallecimientos.Le sigue Estados Unidos con 226 casos confirmados en laboratorio, incluyendo una muerte.
Los casos confirmados y países afectados continuan aumentando aunque sin registrar fallecimientos. El contagio internacional evoluciona con rapidez.
Entre el 1º y el 4 de mayo el número de casos confirmados fue 2.6 veces superior y el número de países se multiplico por 1.5 veces. La fase de alerta y mitigación internacional está funcionando.
La sociedad sudcaliforniana tendrá que pedirle al Dr. Francisco Cardoza, Secretario de Salud del estado maravilla, que nos informe cuántas dosis de antiviral tiene en existencia el estado para hacerle frente a la enfermedad porque en las farmacias ya no hay ni madre. A este proposito, el Dr. Cordova declaró, primero, que México tenía en existencia un millón de dosis, y en dos días, él mismo, subió la disponibilidad a 1,650,000 tratamientos, sin mayores explicaciones, y anunció que enviarían a los estados unas 200,000 dosis.
La existencia actual del antiviral cubre el 1.5% de la población nacional. En realidad el país debería disponer de una reserva estratégica para satisfacer la posible demanda del 25% de los mexicanos, es decir, 27 millones de dosis o de cajas con 10 pastillas cada una. Lo sabíamos desde el 2005.
El caso es que eso no existe por una absoluta falta de previsión.
Para su información, amable doctor Cardoza, el Plan al que me he referido, y que seguramente conoce y aplica usted al dedillo, contiene un apartado llamado Reserva Estratégica, el cual se refiere a “La conformación de Reservas Estatales y Jurisdiccionales (medicamentos e insumos)”. ¿Las que ya tenemos? ¿Cuáles? ¿Dónde?
La siniestra realidad nos indica que nuestro estado maravilla no tiene, ni ha tenido nunca, una reserva estratégica de antivirales, porque nadie se preocupó por adquirirlos.
Para aliviar la carencia del medicamento en los estados, la federación, a través de la Secretaría de Salud, determinó enviar 200,000 dosis a los estados. Con esa cantidad cubriríamos el 36% de la población de Sudcalifornia en caso de que fueran todas para Sudcalifornia. Y si es que llegan. Pero esta hipótesis optimista es imposible, porque no alcanzaría la existencia nacional para todos los estados, por lo que únicamene podríamos recibir alrededor de 6,250 dosis en caso de que esa cantidad se divida, equitativamente, entre los 32 estados; seguramente no será así, muy probablemente enviarán menos porque somos un estado que no pinta en términos de población y porque no se han registrado enfermos con la infección (¿usted les cree?).
Necesitamos, urgentemente, 132,000 tratamientos apenas para el 25% de la población actual del estado. Nos deben una respuesta consistente.
También me gustaría preguntarle, Dr. Cardoza, si tiene usted un plan y dónde está; si con menos de 500 camas censales disponibles en el estado pretende enfrentar con éxito la epidemia, por ahora ausente, cuyos enfermos potenciales se podrían acercar a los 151 mil casos de enfermedades respiratorias agudas anuales, más otras 1,000 anuales por neumonías y bronconeumonías, que se registran en Sudcalifornia, según datos de Inegi.
Estas dolencias, representaron más del 60% entre las veinte principales causas de enfermedad en el estado, y equivalen a un promedio mensual de 13,000 enfermos por este tipo de padecimientos,digamos, en condiciones “normales”, sin epidemias ni pandemias. En Sudcalifornia tenemos 1.1 camas por cada mil habitantes en tanto que Colima dispone de 8.5.
Nuestra tasa bruta de mortalidad en Sudcalifornia se ha conservado constante entre el 2000 y el 2008 en alrededor del 4 muertes por cada 1,000 habitantes, lo cual quiere decir que no hemos avanzado ni un milímetro en largos 8 años.
Las carencias no se resuelven con propaganda, se solucionan con hospitales, laboratorios y personal competente.
Con un ruinoso sistema de salud, en Baja California Sur no es previsible una guerra en la que podamos luchar con la esperanza fundada de ganar. Lo que veo es un exterminio si se presenta la epidemia.
Por el momento, abro un paréntesis de espera y me quedo con las afirmaciones de Julio Frenk (NYT 30/04/2009) cuando asevera “Se puede examinar más tarde si este sistema pudo haber trabajado aún más rápidamente en el presente brote, por ahora, tenemos que avanzar con el conocimiento que tenemos a la mano”.
Así que ya habrá mejores tiempos para responder preguntas y asumir responsabilidades.
Pero no queremos soluciones de saliva.
Ahora sí están obligados a darnos mejores acciones y seguridad verificables.
Hoy es cuando.
Si usted ya se contagió, virulento lector, no se pase de listo, deje las yerbitas, las recetas caseras y las vitaminas. Simplemente vaya con un médico, y exija, y pelee, si fuera necesario, para que lo atiendan.
La mayoría las personas que han fallecido por la infección del virus de la influenza AH1N1, han muerto principalmente por dejadez o ignorancia, por llegar tarde a recibir atención médica, y por hacerle caso al Dr. TV que nos receta indiscriminadamente todo tipo de medicamentos.
¡Cuídese!
Quédese en la estadística de los vivos.
Mejor dicho, quedémonos, porque yo también tengo gripa… pero ya casi salgo.

mayo 05, 2009

¿EPIDEMIA O PANDEMIA?

El invitado indeseable que todo mundo esperaba, el virus de la gripe aviar H5N1, nos dejó plantados, pero nos mandó un hermano igualmente demoledor que llegó sin aviso previo, el virus de la gripe porcina H1N1 en su modalidad de subtipo modificado.
En lugar de la gripe aviar, proveniente de las aves, nos llegó la gripe porcina procedente del cerdo. Pero un virus es, a fin de cuentas, un virus (oohhh), y en este caso, ambos tienen índices de letalidad cercanos al 60%, que bajan cuando la atención es oportuna y suben cuando hay descuido y pandemia.
Por ahora es una epidemia, lo cual quiere decir que, para fortuna de todos, no se ha convertido en pandemia. Diferenciemos, primero, lo que es una epidemia, según la RAE: “Enfermedad que se propaga durante algún tiempo por un país, acometiendo simultáneamente a gran número de personas. En cambio la pandemia es: “Enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región”. La diferencia es importante porque nos da una idea de la amplitud de alguna enfermedad y el grado de urgencia que implica cada una de estas categorías.
No fue la gripe aviar que todos los organismos internacionales de salud esperaban y que circula intermitentemente por varios países del mundo. Ahora se trata del virus de la gripe porcina, es decir, de un virus procedente del cerdo y transmitido a seres humanos, y en esta etapa de contingencia, de estos a otros seres humanos. Es decir, ya existe la transmisión esporádica de humano a humano.
La Directora de la Organización Mundial de la Salud, Margaret Chan Chan, señaló que "se trata claramente de un virus animal que se ha transmitido al hombre, y eso tiene un potencial pandémico, porque está infectando a la gente".
Un virus es una formidable máquina destructiva, una bomba genética invasiva que intercambia genes con las células que infecta. Tiene la capacidad de transformarse, y este virus en particular, el de la gripe porcina, ha mutado. Ha comenzado su guerra de exterminio en contra de los seres humanos. Esto quiere decir que ha cambiado su configuración genética, es nuevo, y por lo mismo no existen vacunas ni medicamentos para su combate. La defensa primaria, única, que nos queda es la de nuestra propia protección corporal a través del correcto funcionamiento de nuestro sistema inmunológico en contra de un enemigo casi invencible e invisible. Los únicos antivirales recomendados por la OMS como son el Oseltamivir y el Zanamivir ayudan a paliar los síntomas de la enfermedad, siempre y cuando, se apliquen dentro de las primeras 48 horas de la enfermedad, lo cual resulta difícil de hacer porque, en efecto, los síntomas son parecidos a una gripa común estacional sólo que más agudos y con el riesgo de complicación bacterial.
De hecho los muertos registrados, antes de que se supiera que había una epidemia, seguramente pensaron que era una “gripita” sin importancia a pesar de que hubieran asistido a consulta en cualquier hospital público o privado. Nadie estaba preparado para enfrentar un problema de este tipo aún cuando ya esperábamos una epidemia generada por un virus.
Francis Plummer director científico del laboratorio microbiológico del Estado canadiense comentó a la prensa "Este es un virus nuevo no sólo para los humanos, sino para el mundo”. La novedad de este nuevo bicho es que “Aproximadamente 80% de este virus está relacionado con algunas variedades de influenza norteamericana y el 20% restante es una variedad de la influenza euroasiática que se detectó por primera vez en Tailandia", dijo Plummer, al asegurar que se trata de un virus que "se ha reconfigurado para convertirse en algo totalmente nuevo". Aseguran expertos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los EU (CDC) que la nueva cepa de virus parece ser una mezcla inusual de influenza aviar, porcina y humana de Norteamérica, Europa y Asia.
La OMS también lo confirma “El nuevo virus de gripe porcina pertenece a la cepa A/H1N1, que ha mutado "en genes nunca hallados anteriormente".A pesar de los negros vaticinios del doctor Pablo Kuri, director general del Centro Nacional de Vigilancia Epidemiológica y Control de Enfermedades de la Secretaría de Salud quien afirma que “No es cuestión de si va a suceder o no, la pregunta es cuándo. Yo me pregunto: ¿qué estamos haciendo para prepararnos? Probablemente nada”. A este sujeto lo deberían de correr por ignorante.
En estos momentos, la OMS sitúa el nivel de emergencia en la Fase 3 (de seis posibles): “Existen infecciones en humanos con un nuevo subtipo, pero no hay transmisión de persona a persona, o en raras ocasiones el contagio es con contactos cercanos”. La fase más grave, la 6, indica: “se declara cuando se confirma que existe una transmisión permanente de persona a persona”. Sin embargo, al día siguiente 27 de abril la OMS emitió su llamado de alerte epidemiológica en su fase 4: “Pequeños conglomerados de casos con limitada transmisión de persona a persona, lo cual sugiere que el virus no
se ha adaptado en el humano”.
La infección con el virus de la influenza porcina no es usual pero se ha documentado su propagación de humano a humano en California y Texas en los Estados Unidos. “Desde diciembre del 2005 hasta febrero del 2009, se han reportado un total de 12 casos de infecciones de influenza porcina en seres humanos en 10 estados de los Estados Unidos. Desde comienzos de marzo del 2009, se han identificado en California, mediante pruebas de laboratorio, un total de 5 casos confirmados de infección en personas del virus de la influenza porcina”, de acuerdo a informes del CDC y del Secretario de Salud, José Ángel Córdova. Hay alerta epidémica en una veintena de países con casos registrados.
Desde 2005, y ante la amenaza de la influenza aviar, México tiene un plan específico para atender la epidemia, y en su caso, la pandemia. No fuimos sorprendidos sin saber qué hacer. La respuesta institucional fue la elaboración de un Plan Nacional de Preparación y Respuesta ante una Pandemia de Influenza. Se actualizó en el 2006 y posteriormente en el 2008. Está en curso y, al parecer, con resultados exitosos. Sería bueno que el gobierno federal hiciera alguna referencia al Plan porque en ningún medio de comunicación hay referencia de él.
Si la población hace lo que debe hacer, y sigue las indicaciones de las autoridades de Salud, saldremos del problema sin mayores estropicios; quiero decir con esto que la cantidad de fallecimientos será baja y la epidemia estará bajo control, lo cual impedirá que se declare una pandemia. Un excelente ensayo integral sobre el tema puede encontrarse en mi sitio de Internet indicado abajo con el título: Gripe aviar. El virus de la muerte. ¿La peste del siglo XXI?

mayo 01, 2009

GRIPE AVIAR

EL VIRUS DE LA MUERTE. ¿LA PESTE DEL SIGLO XXI?
En esta colaboración se integran las seis columnas que sobre este tema fueron publicadas por El Sudcaliforniano. Es un ensayo largo, tanto como de 26 cuartillas, en donde se aborda integralmente el tema y se incluyen todos los tópicos relativos a este mal en el mundo y en México a la fecha de su elaboración, a finales del 2005.
A pesar de la preocupación, y en algunos casos el terror, que les produjo la lectura de dos de mis columnas a varios asiduos a este espacio, en donde traté el tema de los ácaros en humanos, continuaremos, benévolos lectores, con otra cuestión parecida y también apasionante; inclusive, distintos lectores inquietos me informaron que por efecto de lo aprendido sobre los ácaros, les cambió hasta el modo de dormir: ahora lo hacen boca arriba; y otros, modernos, aseguran que ya compraron ropa de cama importada anti ácaros; unos pocos más, ya cambiaron sus longevos colchones y viejas almohadas. Algunos ya no se besan para saludar. Otros, los menos ya hasta se bañan.
Ahora me siento obligado por la terca realidad, con mucha desolación he de reconocerlo, a insistir en el tema de otros bichos y a reflexionar con ustedes, lectores siempre golosos por la ciencia, sobre el virus de la gripe aviar porque en la actualidad es un asunto de muy alto riesgo que está causando inquietud y pavor en todo el mundo.
Los científicos y los divulgadores de la ciencia cargarán con una tarea monumental: tienen la obligación de hacerle llegar estos conocimientos en forma sencilla a la población abierta para evitar el pánico irracional. Estos hombres y mujeres dedicados a la investigación y al estudio, corregirán, seguramente, las imprecisiones que involuntariamente hubiera cometido en mi afán de divulgar estos detalles sobre la gripe aviar en beneficio de los lectores nerviosos por este espinoso tema.
Vamos a ver si reaccionan, ojalá y no sea muy tarde.
Vamos sobre el tema.
En las leyendas de la Misión de San Ignacio, de la colección Pequeños Creadores de la SEP hay una corta narración en donde tomé pate del nombre para esta colaboración, lo firma Carlos Álvarez Agúndez, un pequeño escritor de 12 años y dice así: “Debajo de la misión hay una cueva alta y angosta con pinturas rupestres; en la cueva están los cadáveres de indios amarrados con sogas. Dicen que esos cadáveres tienen el virus de la muerte, y que si alguien perturba a los cadáveres de los indios, los virus despertarán también y ese sería el fin del mundo”.
¿Le gusta para alegoría de la gripe aviar? A mi sí.
Vamos a darle.
Asómbrese, agripado lector, la peste moderna, insistentemente anunciada, será por un virus. El causante de este espanto mundial es, ni más ni menos, que un pinchurriento virus.
Precisamente, un virus de la gripe aviar llamado H5N1. Ni siquiera es un virus que históricamente haya afectado a los humanos. Es más, dicen que no existe.
El mundo se encuentra en alerta máxima como no lo estaba desde la segunda guerra mundial.
El virus de la gripe aviar apareció por primera vez en países de Asia: Hong Kong en 1997 y reapareció en Corea del Sur a finales de 2003. Desde entonces, 117 personas han contraído la enfermedad y 60 de ellas han muerto en cuatro países del sudeste de Asia: Vietnam (41), Tailandia (12), Camboya (4) e Indonesia (3). Los casos de contagio y muertes en humanos aumentan poco a poco en varios países.
Los brotes más recientes de la enfermedad se dieron en China, Vietnam y Japón. El agresivo bicho ha provocado epidemias en los pollos de diversas y florecientes industrias avícolas de buena parte del mundo, ocasionando su condena y el sacrificio obligado de decenas de millones de aves, causando quiebras masivas de empresas y pérdidas incalculables a las economías de productores y países, no sólo por las mermas de producto, sino debido también, a los rigurosos sistemas de atención, prevención y control que se deben ejecutar, así como a la cancelación de todo tipo de comercio nacional e internacional que tenga que ver con aves provenientes de los países o zonas de algún estado en donde exista la infección.
A pesar de que en México no existe el virus H5N1, el temor irracional de los consumidores ya comenzó a afectar a los productores de pollos de algunos estados del país, como por ejemplo Michoacán en donde el Presidente del Subcomité de Avicultores del estado se quejó amargamente de que “Hasta en un 70% se ha desplomado en Michoacán la venta de carne de pollo a causa del temor suscitado por la gripe aviar”.
Esta baja en la demanda afecta por lo pronto a los pequeños productores porque en las compañías grandes aún no se manifiesta la disminución que, sin duda, tendrán, conforme avance el mal por todo el mundo. En el estado de Durango, se sacrifican ahora mismo alrededor de 50 mil pollos infectados con el virus H5N2 y la cifra llegará, en cuestión de días, a 70 mil; de la primera cantidad, alrededor de 10 fueron enterrados en el basurero municipal. Sin embargo, las autoridades del sector salud y las agropecuarias en ese estado, nos tratan de convencer que no debemos preocuparnos porque se trata del virus H5N2, el cual, no es “muy patógeno” y no es transmisible a los seres humanos. Tienen razón en parte, pero esto apenas empieza y refleja la desconfianza de los ciudadanos en sus autoridades cuando ésas afirman que el virus H5N1 y el contagio en humanos no existe en nuestro país. Y lo curioso es que esta desconfianza de los consumidores y de la población en general, se manifiesta a pesar de que las autoridades tienen razón. Insisto, tienen razón, porque la influenza o gripe provocada por el virus H5N1 efectivamente no existe en México, vamos, ni siquiera en el continente americano, hasta ahora. Estos temores infundados deben corregirse de inmediato por la vía de la información responsable para todos. Es urgente hacerlo ahora y no cuando la población ya tenga el pánico encima con sus perniciosos efectos, y las acciones de información y prevención ya no sirvan para nada.
Nos dice Julio Frenk, Secretario de Salud, que “esta pandemia tiene altas probabilidades de ocurrir y para ello nos estamos preparando”.
En México, la SAGARPA, se encuentra en alerta y el Senado interviene para que se instaure una norma específica; mientras tanto, ya se prohibieron las importaciones de aves y subproductos procedentes de países en donde existe contagio o sospecha. Los senadores consideran que las entidades de atención prioritaria son Sinaloa, Sonora, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Durango, Nuevo León, Tamaulipas, Chiapas y Yucatán. El Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) mantiene vigilancia epidemiológica en los 32 estados del país y aplica medidas zoosanitarias en puertos, aeropuertos y fronteras, y mantiene bajo monitoreo permanente a las 3,860 granjas que producen un promedio de 260 millones de aves cada 45 días.
“México se encuentra libre de fiebre aviar en 15 estados de la república gracias a las acciones contra este virus que desde hace 10 años se aplican”, aseguró el director de Sanidad Animal de la SAGARPA; reconoció que existen algunas granjas en cuarentena por la presencia de fiebre aviar, pero la de baja patogenicidad, sin embargo, aclaro, que por las medidas de control no se puede generar ningún problema de salud pública.
El sistema de salud de nuestro país también se encuentra en alerta a pesar de que el Departamento de Aves de la UNAM, señala que “sólo se tiene influenza o gripe aviar de baja patogenicidad del subtipo H5N2, el cual sólo ataca a las aves”. Las aves contagiadas con esta cepa del virus, según la SAGARPA, fueron detectadas en Durango, Coahuila, Querétaro, Colima y Jalisco. Y los productores organizados aseguran que “el consumo de pollo mexicano es totalmente seguro, porque el grado de tecnificación que existe en las granjas avícolas mexicanas es muy elevado, y no es comparable con las condiciones de producción de los países del sudeste asiático, que han evolucionado muy poco en los últimos años”.
En un documento firmado por el Presidente de la Unión Nacional de Avicultores, los productores son enfáticos en afirmar que no existe posibilidad de que las aves en México se contraminen con la influenza del virus H5N1. Para la Asociación de Uniones Avícolas de Jalisco, el riesgo de contagio no existe por los severos controles existentes y debido a las reforzadas medidas de bioseguridad que se han implantado. Descarta también esta organización, el contagio por aves migratorias debido a la extrema vigilancia que se lleva a cabo en sus granjas.
Vea usted, curioso lector, lo que hace el rancho La Jara en Jalisco, que contribuye con el 5% de la producción nacional de huevo, aplicando la tecnología más avanzada en materia de producción. Las medidas de bioseguridad empleadas en esta empresa, en voz de su presidenta, parecen de otro mundo: “Antes de entrar a esta granja, que ocupa 23 hectáreas, la veintena de trabajadores son sometidos a un proceso de desinfección y a los visitantes se les proporciona ropa especial que cubre todo el cuerpo, incluido el calzado, así como tapabocas. Se advierte que quienes tengan como mascotas aves de cualquier especie no podrán ingresar a las instalaciones, es una estricta medida de seguridad. Aquí el hombre casi no tiene contacto con las aves, colocadas en casetas que forman inmensas filas de cinco pisos, cuidando de que no toquen el suelo; los alimentos son trasladados de las tolvas a través de tubos que llegan a las canaletas que sirven de comederos; la gallinaza se recibe en bandas de plástico que se limpian mecánicamente y bandas metálicas llevan los huevos hasta el sitio donde serán empacados. Enormes cristales separan cada uno de los espacios donde están los animales del sitio de la empaque”.
El consumidor, insisten los productores “puede tener confianza en que las aves nacionales están totalmente sanas y exentas de cualquier enfermedad”.
La SAGARPA ha manifestado, por su parte, que “no debe haber alarma por la presencia del virus H5N2, porque México tienen la vacuna para esta cepa”. Los productores mexicanos están nerviosos porque el miedo y la especulación sobre la enfermedad pueden empujar a los consumidores a reducir a cero los 24 kilos per cápita anuales de pollo que consumen y llevarlos a la ruina; otra consecuencia nefasta de esta posible disminución irracional en el consumo, puede llevar a nuestro país a una desnutrición más severa, que sería tan grave como la propia enfermedad, porque afectaría cuando menos a la mitad de los mexicanos, a los más pobres.
México es, con Jalisco a la cabeza, el quinto país productor de pollo y el sexto consumidor en el mundo. Este sector representa el 40% del PIB agropecuario y una fuente de alimentación barata al alcance de todos. De presentarse la pandemia llevaría a esta industria de México a una catástrofe nacional con secuelas negativas en varias ramas de la economía conectadas con este sector, y costaría años de trabajo sistemático y eficaz, y mucho dinero, recuperar no solo la confianza de la población, sino la industria en su conjunto. Otros ámbitos de la economía agropecuaria también sufrirían daños cuantiosos, en especial, aquellos relacionados con el comercio internacional de estos productos.
El efecto en la industria del turismo, aún cuando no se ha medido su efecto en los países que tienen la infección, también será devastador, y ya se ve en Asia. Recuerde que los primeros apanicados, con razón o sin ella, son los turistas quienes no viajarán, por ninguna circunstancia, hacia países que tengan declarado el contagio o la enfermedad. ¿O usted que haría? ¿Viajaría con su familia a esos países cuando son presas del contagio y la enfermedad?
Continuaremos en la próxima entrega con todo lo que usted debe saber sobre el tema. Son seis colaboraciones así que prepárese, atormentado lector, para caminar por los senderos del infierno que, dicen, se nos viene.

El doctor José Sarukan Kermez, científico evolucionista mexicano e investigador de la UNAM y Coordinador Nacional de la Comisión Nacional para el Uso y Conocimiento de la Biodiversidad (CONABIO), añade otro factor que hasta ahora no había sido tomado en cuenta a pesar de su importancia cuando afirma que, “la modificación profunda de los ecosistemas es disparador de enfermedades virales”. Sostiene, además, que estos efectos negativos “disparadores” son consecuencia de la devastación del medio ambiente, y provoca que las enfermedades virales se agraven. El doctor Sarukan aniquila cualquier esperanza de que la calidad de vida se mejore en el mundo, asegurando que “la aparición de enfermedades virales que se consideraban erradicadas e incluso nuevas, como la influenza aviar, es consecuencia de la alteración de los ecosistemas”. Otro elemento que hoy influye de manera determinante en un potencial contagio masivo de gripe aviar entre humanos es el relativo a los flujos migratorios de las personas, los forzados y los naturales, los legales e ilegales que se presentan en todos los países de mundo. No es una película de ficción, incrédulo lector. Es la realidad de hoy.
Hay muchos tipos de virus, cepas (familias) les llaman los expertos. El que nos ocupa corresponde a la cepa del virus de la gripe aviar tipo “A” y se conoce como H5N1, es una variante infecciosa pero exclusiva de las aves, acaba con miles o millones de ellas en cuestión de días y a veces en horas. No es usual el contagio en seres humanos. Al menos no lo era.
El peligro estriba en que, bajo determinadas condiciones, este virus puede ser contagiado por las aves a los seres humanos, lo que puede tener como consecuencia inmediata infectar y matar a millones de personas en cuestión de horas porque ha mostrado que es altamente patógeno, mortal pues.
Cuando se transmite a los seres humanos es por contagio de las aves, principalmente las de granja como los pollos. No es por el consumo de de su carne o subproductos, hasta donde se sabe. El contacto cercano y cotidiano con las aves, la manipulación de su sangre, vísceras y deshechos es lo que propicia el contagio… y no siempre. El hecho de que no sea usual el contagio a humanos no significa que no ocurra porque las pandemias de gripe son recurrentes en el mundo. Son memorables las ocurridas en 1918, 1957 y 1968; los muertos fueron 50, 2 y 1 millón de personas respectivamente, en todo el mundo.
Las cepas del virus de la gripe aviar, la de los pollos, no se contagiaba a los seres humanos y cuando llegaba a suceder no tenía consecuencias mayores, no era mortal. Al menos antes así era. Eso se acabó.
Los expertos han dicho que el virus no necesita invadir un ser humano para sufrir una mutación genética que lo vuelva peligroso para la gente. Algunos especialistas creen que basta una sola mutación para transformar al virus de influenza aviaria en virus de influenza humana o gripe. “No entendemos exactamente qué se necesita para que un virus de gripe aviar se vuelva de tipo humano y transmisible entre personas”, explicó la profesora María Zambon, Jefa del Laboratorio de Influenza de la Agencia de Protección a la Salud Británica.
¿Qué se necesita para que este virus adquiera su malignidad letal en humanos?
Imagínese, creativo lector, a un trabajador de los miles de rastros que existen en el mundo, quien está en contacto con la sangre y deshechos de las aves; o a un granjero que también se encuentra en estrecha convivencia con las aves y sus desechos y mucosas. Imagínese también, que alguno de estos trabajadores o granjeros ya padecen grupa o influenza y, además, para su maldita mala suerte, se contagia con el virus H5N1 de alguna de las aves infectadas con gripe aviar. Sucede que ahora este infeliz ser humano tendrá dos virus en su cuerpo: uno que proviene del ave infectada y otro que proviene de la gripa que padecemos los seres humanos. ¡Zas! Recuerde, suertudo lector, que la pandemia de 1918 fue provocada por el virus H1N1 variante de la gripa aviar. La OMS recomienda que “estas personas tienen un alto riesgo de exposición a las aves infectadas y deben protegerse debidamente contra la infección empleando la ropa y el equipo adecuados. Estos trabajadores deben recibir asimismo, medicamentos antivíricos como medida profiláctica para reducir así el riesgo de que se produzca un intercambio de genes”.
Pero dígame usted, preocupado lector, ¿Quién toma estas providencias en México? ¿Cuáles y cuántos trabajadores utilizan vacunas contra los virus circulantes de la gripe humana en México para evitar la “coinfección” (presencia de dos tipos de virus en el cuerpo).
Aquí es donde intervienen el azar, la fatalidad, el destino, la ecología, el metabolismo, los anticuerpos, la resistencia y los castigos divinos. Todo junto. Y en particular interviene un concepto clave del que todos hemos escuchado hablar: la evolución de los seres vivos. ¿Qué ocurre, por qué, cuándo y cómo? Nadie lo sabe, son los misterios insondables de la naturaleza. Se llaman mutaciones, cambios abruptos del código genético de un ser vivo, que producen un nuevo espécimen, y sucede o puede suceder en todos los seres vivos. También en los virus.
En la persona infectada con estos dos virus y bajo condiciones que son absolutamente desconocidas e imprevisibles hasta hoy, sobreviene lo inesperado: un cambalache de genera entre las células huésped y ambos bichos, una mutación por intercambio de material genético que da como resultado un subtipo de virus a partir de la combinación de las características genéticas de dos seres vivos que van a producir a su vez, otro virus, uno nuevo para el que no hay vacunas porque todavía no existe, pero todo el mundo científico asegura que aparecerá y será híper patógeno y letal entre los seres humanos ante un contagio masivo. El temor de los científicos es que este virus de la gripe aviar H5N1mute para convertirse en otro virus con las características de la gripe humana y entonces pueda ser contagioso de humano a humano. Por ello se insiste en su inexistencia porque lo que se espera es un nuevo subtipo de virus a partir de una mutación del H5N1. El problema no es realmente este virus sino las mutaciones que todo mundo espera que sufra.
Este posible intercambio genético no significa que los virus se “crucen” como si fueran perros, no es así la cosa, malpensado lector. El caso es que los virus de la cepa gripal “A” incluidos los subtipos de diferentes especies, pueden intercambiar o recombinar su material genético y ¡fusionarse!
Hasta hoy este indeseable invitado no se presenta en su modalidad de infección de humano a humano, pero se adivina. Ese es justamente el problema: un nuevo virus para el que no hay defensa. Ninguna, al menos hasta ahora. Cuando se conozca este pequeñísimo chamuco inédito, se requerirán de cuatro a seis meses más o menso, como veremos, para elaborar una vacuna o un antiviral efectivo, con el agravante de que el virus podría seguir mutando porque nada se lo impide y la nueva vacuna obtenida ya no sería segura para ese otro nuevo ser vivo producido por la evolución. Y así hasta el infinito. La cosa se complica porque hay otros animales de granja, como los cerdos, que son susceptibles de contagiarse con la gripe aviar y también con los virus comunes de los mamíferos como los de los seres humanos, y por tanto, también pueden recombinarse en su organismo varios tipos de virus y contagiarlo a otros seres vivos animales o humanos.
Muy recientemente se han identificado patos domésticos en el sureste asiático, los cuales, debido a su resistencia al virus H5N1 no manifiestan la enfermedad sino hasta 17 días después del contagio y mientras, esparcen el virus en heces, saliva y en las secreciones de sus mucosas, sin restricción en los espacios donde libremente circulan.
De una manera muy esquemática, se requieren de varios pasos de contagio para que se desate una pandemia en el caso a partir del virus H5N1: de ave migratoria o salvaje a pollo, del pollo al pollo, de pollo a humano y de humano a humano. Aunque no siempre es así de lineal el contagio. Sólo entonces hay que empezar a rezar. Y tal vez desde ahora para que no ocurra masivamente un contagio en humanos.
En el momento en que el virus se transmita de un humano a otro comenzará la hecatombe porque no hay medicamentos específicos para curar una infección provocada por algo que, hoy por hoy, no existe porque el que se conoce es solamente el H5N1 en unos cuantos casos de infección en humanos en países asiáticos. Hasta ahora no ja ocurrido un contagio masivo pero los expertos aseguran que sólo es cuestión de tiempo.
Los seres humanos aún tenemos fronteras terrestres aéreas, aunque porosas y casi siempre incontrolables, pero de algo pudieran servir para impedir una pandemia por la transmisión de humano a humano como sucede con la grupa común. Pero hay otros plumíferos que son reservorios del virus y fuentes de contagio: las aves migratorias, y éstas no tienen la menor idea de lo que son esas arbitrarias divisiones concebidas por los seres humanos y pueden padecer gripe aviar. De hecho la sufren y mueren por la infección. Pueden ser portadores del virus H5N1 sin manifestar síntomas, varios expertos estiman que los patos son un reservorio ideal para alojar el virus. Y vuelan por encima de las súper vigiladas fronteras del mundo. Contra ellas no hay defensa. De ahí que millones y millones de aves migrantes, se conviertan en este momento, en un serio peligro de contagio por su movilidad entre varios continentes y países y su posible contagio a las aves de corral.
Debido a condiciones variables en el medio ambiente y a las características orgánicas intrínsecas de cada ave, puede originarse en algún momento, el contacto de aves sanas con aves infectadas migrantes durante los descansos de su travesía o en los lugares de arribo o por sus desechos durante todo el viaje; en realidad no se sabed con certeza si pasará o si pasa, pero nadie puede asegurar que no ocurrirá porque estamos en el terreno del azar y la fatalidad, y por lo tanto, también de la especulación fundada.
Ante los más recientes brotes de la enfermedad en China, los especialistas de ese país indicaron que “el padecimiento fue propagado por aves migratorias, cuya ruta pasa por los distritos afectados”. Como los designios de la naturaleza son inescrutables, puede suceder, y seguramente así ha pasado, que una ave infectada o varias, tuvieran condiciones metabólicas, biológicas y un entorno ambiental determinado o cambiante en cada momento, de tal suerte que una ave, aún contagiada con el virus pero resistente al mismo, le fuera posible recorrer grandes distancias antes de manifestar la enfermedad, luego entrar en contacto con otras aves y así contagiar a otros animales para después morir. Todo puede pasar.
Los avances científicos, la investigación y el desarrollo de equipos especializados de alta tecnología, nos han permitido conocer ampliamente el comportamiento del virus de la gripe aviaria y su malignidad. Esto es sumamente útil para erradicar el mal, o mejor dicho, controlarlo, y evitar el contagio de ave a ave y de éstas a los seres hu manos.
En México hemos convivido con la gripe aviar durante décadas, es cierto, pero son cepas o subtipos de virus menos patógenos que el H5N1, de baja patogenicidad, pero evolucionó rápidamente para convertirse en un serio problema de salud pública y fue controlado solamente hasta 1995. Y eso que no era patógeno.
Continuaremos en nuestra próxima colaboración.
Una vez contraído el virus H5N1 por los seres humanos comenzará a mutar, y hay salvación relativa, pero no segura, si usted lector, se pone abuzado y en vez de tomarse un té de hierbitas para el mal, se dedica de inmediato a buscar atención médica y hospitalaria en las siguientes 48 horas, tal vez la libre. Si no, adiós. Buen viaje. Aún así suertudo lector, el índice de mortalidad registrado en humanos alcanza cifras del 70%. Precisamente de ahí viene la desesperación de muchas naciones que intentan conseguir un medicamento antiviral efectivo o una vacuna a como dé lugar, para un virus que no existe aún. Si hay pandemia mundial morirán siete de cada diez personas infectadas. No hay vacuna porque no se conocen las mutaciones del virus en humanos. No se puede luchar contra lo que no existe, menos contra un fantasma, así que tome sus providencias. Como usted observa, agudo lector, el problema será grave y de terribles consecuencias si se presenta la pandemia. Algo trascendental debe estar pasando en el mundo para que tal cantidad de médicos y científicos en todas las naciones del orbe se muestren una creciente intranquilidad por este bicho mortífero… que no existe. No es normal lo que está ocurriendo, no es normal emitir tantas alarmas con la insistencia que lo hemos visto. Los mortales comunes y corrientes, como usted, apanicado lector y yo, somos víctimas del miedo a algo que según las autoridades ni siquiera existe… pero puede existir. No es normal. Hay señales sombrías, debe ser delicado lo que nos está pasando y tal parece que nadie nos ha dicho la verdad, al menos no toda, no completa y menos al alcance de todos.
¿Por qué tantos focos rojos encendidos? ¿Porqué las cumbres de países desarrollados para atender sólo este tema?
Algunos desquiciados sólo provocan más pánico con la información que proporcional, es el caso del primer ministro de Tailandia quien, según la prensa, informó sobre el caso de la muerte de un granjero infectado diciendo: “El individuo se infectó con el virus de la gripe aviar porque tomó el pollo, lo mató y después comió su carne”. Sobre esta aseveración que diría usted, apanicado lector, ¿es reveladora o irresponsable, cierta o falsa? Nadie lo sabe con certeza.
El hecho real, incontrovertible, es que el contacto insalubre, la cohabitación y manipulación cercana de aves y otros animales de granja favorecen el contagio en seres humanos. Hay infinidad de enfermedades que originalmente sólo infectaban a los animales y ahora son humanos quienes las padecen. Por ejemplo, de las vacas “saltó” al humano la viruela, el sarampión y la tuberculosis; de los perros y cerdos la tosferina, de los monos el virus HIV, y la lista es copiosa. A este respecto nos alerta la OMS: “Se considera desde hace tiempo que la existencia de oblaciones humanas que viven en estrecho contacto con aves de corral y cerdos doméstidos es un factor que favorece el cambio antigénico. Como los cerdos son vulnerables a la infección tanto por virus aviares como por virus de mamífero, incluidas las cepas humanas, esos animales pueden hacer las veces de ´tubo de ensayo´ de mezcla del material genético de los virus del hombre y de las aves del que emergería así un nuevo subtipo. Sin embargo, algunos acontecimientos recientes han permitido identificar otro mecanismo posible: existen cada vez más indicios de que, al menos, para algunos de los 15 subtipos de virus de la gripe aviar que circulan entre las poblaciones de aves, la propia especie humana podría servir de ´tubo de ensayo´”. En la madre.
José Luis Becerra, integrante de la Unión de Avicultores de Jalisco, destacó que en una granja de alta tecnología de producción es fundamental el aislamiento para impedir el acceso de cualquier animal ajeno con lo que se impide el contagio por aves salvajes. Y describe el contraste entre las tecnologías asiáticas y la que se llevan a cabo en algunas de las granjas de México: “La diferencia con los países asiáticos es que allá las rejillas de las aves están encima de donde son colocados los borregos, los patos, y hay un contacto directo y continuo del hombre con los animales, acá (en su granja) el sistema de producción es totalmente diferente”. Agregaría que el problema es la variabilidad en las tecnologías y sistemas de producción prevalecientes en México, éstos no son homogéneos y hay miles de granjas y productores que no aplican tecnologías modernas ni tienen los controles sanitarios y de bioseguridad mínimos para que se impida el contagio, por lo que nadie garantiza que el virus no llegará algún día como todos los científicos vaticinan. Sin embargo, los comentarios de los productores son útiles y sirven para tranquilizar a la población.
La OMS nos informa que las medidas de bioseguridad ayudan para lograr cierto grado de protección pero no son definitivas porque “Además de ser altamente contagiosa los virus de la gripe aviar se trasmiten fácilmente de una explotación a otra por medios mecánicos como los equipos, vehículo, pienso, jaulas o ropa contaminados. Los virus altamente patógenos pueden sobrevivir durante periodos en el ambiente sobre todo a temperaturas bajas”. Y ya está por llegar el invierno. Así que abandonemos el optimismo interesado y las opiniones “de buena fe” o de los “expertos” que nunca faltan, que sólo desinforman. Nuestro planeta no es tan grande, hoy menos que nunca y un peligro sanitario o epidemia en cualquier país, ya lo hemos visto, fácilmente se expandirá a otros sin control en tres meses o menos. No somos inmunes a lo que sucede el Rusia, Rumanía, Indonesia, China, Tailandia o Japón.
La clave más importante de la estrategia mundial para atacar este virus con efectividad e impedir su contagio a los seres humanos, la proporciona Jaques Diouf, Director de la FAO: “No podemos permitirnos esperar a que la batalla se libre en los laboratorios y hospitales. Donde tenemos que eliminar el virus es en los gallineros infectados”. Esta es la tarea principal porque en laboratorios y hospitales la batalla estará perdida. Porque ya vimos que las aves infectadas qu sobreviven secretan el virus oralmente y por las heces durante al menos 10 días con lo que las posibilidades de contagio se multiplican en mercados, aves de corral, mascotas y otras especies y lugares, de ahí la necesidad de sacrificar a todas las aves, sin excepción, y de inmediato, en las granjas infectadas.
Desde Ottawa, el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Lee Jong Wook, afirma categórico: “¿La cuestión es saber si habrá una pandemia de grupe humana? La respuesta sencilla es sí. ¿Cuándo se producirá? No lo sé”. Estos señores no son políticos mexicanos ni andan en campaña por un hueso, y por lo tanto, no cuentan mentiras ni dicen lo que las audiencias quieren escuchar. Sus aseveraciones deben alertar al mundo en el mejor de los sentidos, sin generar pánico porque estos organismos de las Naciones Unidas son serios y sus alertas fundamentadas.
Decenas más de entidades internacionales de la Organización de las Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud y de los propios países, mantienen una alerta de nivel tres de seis posibles, lo que significa: “un virus nuevo para el ser humano está provocando infecciones pero no se transmite fácilmente de una persona a otra. Esta alerta involucra en distintos momentos, a gobiernos, industria y a la propia OMS y hacen enérgicos y vehementes llamados a todos sus integrantes para precaverse y tomar medidas de control estrictas.
El llamado es general, todos los pueblos del mundo deben tomar sus providencias. Si no lo hacen con seriedad y responsabilidad y la infección llega podrían perder una cuarta parte de su población si bien les va. Las vacunas y los medicamentos no serán suficientes para hacer frente a una infección masiva.
Ante una pandemia como la que todos los científicos del mundo aseguran que llegará, no existe un solo país en el planeta con la capacidad médica y hospitalaria para atender a tal conjunto de posibles infectados que se esperan, de ahí el peligro y la cantidad de muertos que se estima. De medicamentos o vacunas ni hablar: no existen. Para el tipo de gripe aviar en humanos que se espera, no hay.
El Centro de Prevención y Control de Enfermedades con sede en Estocolmo, asegura que por el momento no hay razón para el pánico en Europa, y que el riesgo de que los seres humanos contraigan el virus es mínimo. Incluso, especialistas del Centro dijeron que una buena cocción de los alimentos derivados de las aves, puede ayudar a evitar el contagio. Y remata: “La amenaza puede llegar a ser incluso inexistente si la gente evita el contacto con aves muertas o enfermas”.
Aún viviendo en el estado maravilla que es Sudcalifornia, nos puede llegar el virus, tal vez algún día. O nunca.
Hoy se usa el termino pandemia en un sentido más amplio quela simple definición encontrada en cualquier diccionario: “Enfermedad epidémica que se extiende a muchos países o que ataca a casi todos los individuos de una localidad o región”. Ahora mismo ya nos e está considerando a “muchos países” sino a toda la humanidad, a todos los países. Cuando algún ser humano muere por una infección del virus de la greipe aviar en Tailandia o en Vietnam o en Grecia, el resto del mundo se entera por Internet o por televisión, desde que el paciente se encuentra en el hospital hasta que se lo llevan a la morgue, mientras analizan los resultados en laboratorios de alta tecnología certificados por la OMS, para saber qué clase de virus fue el causante de su muerte. En las pocas personas contagiadas que han fallecido por el contagio se ha encontrado hasta ahora el virus H5N1 sin mutar y sin evidencia clara de transmisión de humano a humano, dicen.
Y usted, aguerrido lector, ¿alguna autoridad estatal de salud o federal le ha proporcionado información amplia y fundamentada al respecto. O algo, lo que sea, para que se prepare y para que los productos de pollo y huevo tengan las precauciones necesarias? ¿Ha escuchado alguna campaña de BCS para informar a los ciudadanos permanentemente sobre este tema? No se trata de que en una entrevista banquetera nos diga tal o cual delegado o secretario que no hay problema. Sólo la información responsable, inteligente y masiva evitará el pánico y la quiebra de los productores de esta importantísima agroindustria en México.
En Baja California Sur todas nuestras autoridades están pasmadas, no han dicho esta boca es mía y se requiere con urgencia una campaña informativa extensa e intensa para la población de Sudcalifornia. Nuestro estado es un importador neto de productos avícolas de desecho provenientes de los Estados Unidos, en donde también tienen virus de gripe aviar, son productos que allá se destinan a la elaboración de harinas para fabricar alimentos balanceados o los tiran a la basura, son subproductos. Y sabemos que algunos gringos y sus empresas venden lo que sea a quien se deje, sin que les preocupe tener un eficiente control de calidad en cuanto al origen del producto y sus condiciones sanitarias; estas mercancías nos llegan con gran facilidad porque nadie realiza un análisis concienzudo sobre los materiales alimenticios importados. Después de todo ¿en qué laboratorios de alta tecnología se van a analizar?
Pero ¿por qué tanto miedo a este nanométrico y pandémico bicho?
Continuaremos en las próximas entregas analizando un poco más a fondo los virus y medicamentos que ayudan pero no curan. Mientras no se asuste con eso no resolverá nada.
Aclaremos primero con alguna precisión lo que es un virus, hasta donde esto es posible, porque no soy todólogo, ni microbiólogo, ni científico, aunque así lo parezca. Sólo para saber de qué estamos hablando porque mucha gente discurre sobre el tema sin tener la menor idea de lo que dicen.
Un virus es un microorganismo. La palabra proviene del latín, nos llega tal cual y hay quien le asocia la significación de veneno. Es un ser extremadamente simple pero muy poderoso, se compone sólo de un ácido nucleico que contiene su información genética. Es todo. Es una bomba genética invasiva que transfiere genes, y muta, ese es su poder destructivo. No registran metabolismo ni tienen una organización celular, y poseen un arma prodigiosa: pueden imponer claves conteniendo información genética en los cromosomas de las células que atacan y así multiplicarse. Los virus son verdaderos maestros de la ingeniería genética porque esa es la tecnología que utilizan para sobrevivir y reproducirse, de hecho los experimentos realizados con virus y bacterias permitieron crear bases sólidas para el nacimiento de esta disciplina. Para que un virus subsista, es condición indispensable que disponga de un huésped, una célula viva, a la que invade, eludiendo sus defensas, en dos formas: 1) metiéndose en ella e integrando después sus genes al genoma de la célula huésped; 2) anclándose e inyectándole a la célula viva, desde fuera, su información genética. Después simplemente ponen a trabajar a las células infectadas con sus genes y les “ordenan”: ¡multiplícate! Y las células comienzan a trabajar como esclavas, como vientres alquilados para morir después de producir más virus como les fue ordenado. Y aquí es donde puede darse la recombinación genética para producir un nuevo tipo de virus, cuando se rompe el cromosoma de la célula huésped para integrar el genoma del virus. En una modalidad de la reproducción de los virus, la célula infectada explota liberando nuevos virus en el organismo, los cuales contagian a otras células vivas hasta acabar con un animal o un ser humano si no es atendido, eso solo en caso de que exista cura.
La base genética de la célula, su energía y la maquinaria reproductiva que el virus no tiene es lo que permite la combinación o recombinación del material genético del virus donde aprovecha esos elementos para producir más virus iguales o un nuevo tipo o subtipo. La OMS asegura: “Si a medida que pasa el tiempo crece el número de personas infectadas, aumentará también la probabilidad de que el ser humano, cuando se vea infectado simultáneamente por cepas de la gripe humana y la gripe aviar, sirva también de ´tubo de ensayo´ del que emerja un nuevo subtipo que posea los suficientes genes humanos para poder transmitirse fácilmente de una persona a otra. Ese hecho marcará el inicio de una pandemia de gripe”.
Los virus no se ven ni con la lupa de Sherlock Holmes, pero se sienten.
Cuando usted tiene gripa o influenza, como a veces se le llama, el culpable es un virus. Son tan pequeños que se ocupa una unidad de medida especial para definir su tamaño. Los virus miden una madre (esta es otra unidad de medida pero menos precisa), es decir, casi nada, entre 20 y 300 nanómetros. Aquí haga un esfuerzo, imaginativo lector, y trate de percibir la millonésima parte de un milímetro, eso es un nanómetro. O dicho de otra manera, siga imaginando y trate de comprender cuánto es la mil millonésima parte de un metro, también eso es un nanómetro. ¿Verdad que sí miden una madre?
Son tan pequeños estos bichos que se requiere un microscopio electrónico especial para poder verlos, identificarlos y calcular sus dimensiones. Por ejemplo los virus de la hepatitis B y C, miden 22 y 42 nanómetros, respectivamente. El virus del herpes simple mide unos 100 nanómetros, y el virus del Sida, que es “mucho más grande”, mide unos 120 nanómetros. Hay cosas más pequeñas que los propios virus, como las nanopartículas. Y para ayudarnos a imaginar su tamaño nos dice James Baker, profesor y Director del Instituto de Nanotecnología de la Universidad de Michigan: “Para comparar el tamaño de una nanopartícula con el tamaño de una célula, imagínese un grano de arena en un campo de fútbol”. Y para entender con más claridad estas pequeñísimas dimensiones, agrega el científico: “Con esto ya tenemos claro de qué estamos hablando cuando nos referimos a microorganismos y partículas infinitamente pequeñas o nanopartículas”.
Hay cosas más pequeñas pero ya mejor ni le movemos.
Este asunto de los virus es un poquitín más complicado de lo que hasta aquí he expuesto, pero con esta sencilla, espero, explicación, ojalá que a todos nos haya quedado más claro qué es un virus, cómo infecta a la célula, cómo se reproduce y a que se debe el poder destructivo que tiene.
Ya hemos insistido en que la gripe aviar la ocasiona un conjunto de virus de varios subtipos. La enfermedad apareció como epidemia en 1959 en Escocia, luego en 1991 en Inglaterra y en 1997 en Hong Kong.
El virus que nos ocupa se identifica a plenitud en el 2003 en Corea del Sur donde no se conocía la cepa del virus de la muerte y por ello se registra con un nuevo subtipo: H5N1.
Los virus tipo “A” causantes de esta enfermedad se dividen en subtipos de acuerdo con la clase de proteínas de su membrana: Hemaglutinina (H) y Neuraminidasa (N).
En función a la primera proteína pueden ser hasta 15 subtipos de virus conocidos, y de acuerdo a la segunda, 9 conocidos hasta hoy. De ahí su clasificación con el nombre H5N1, que estará en nuestra memoria durante años, por que puede ser el posible causante de la primera peste moderna del siglo XXI. Desde que fue identificado, se definió como el más evolucionado subtipo, y el más letal, con la novedad de que ahora existe el riesgo de contagio de humano a humano si el virus mutara; tiene la capacidad de multiplicarse o replicarse en cualquier parte del cuerpo requiriendo para su ciclo vital la presencia de una célula viva; no es como los virus gripales humanos que atacan partes específicas del cuerpo: la garganta, los bronquios y la tráquea y cuando llegan a los pulmones provocan pulmonía y en muchos casos la muerte si no hay la atención adecuada.
De momento, la cepa H5N1 del virus de la gripe aviar es el único subtipo que puede ser letal para las personas porque no hay cura efectiva y por el altísimo riesgo de que mute.
Todos los virus aviarios infectan a las aves, pero dependiendo de diversas condiciones del virus y su huésped, algunos son más devastadores, hiperpatógenos les dicen los médicos y microbiólogos, como el H5 y el H7. Pero también hubo y hay H1, H2, H3 y así sucesivamente.
Se puede afirmar que una vez contraído el virus por las aves de corral, no tienen salvación. La exigencia sanitaria es el sacrificio de todas las aves, y la granja se declara en cuarentena al igual que toda la región geográfica en donde brotó el mal con el propósito de terminar a fondo con el problema y evitar posibles contagios y mutaciones.
Por el contagio de este virus H5N1 a humanos, ya no son granjas ni regiones en cuarentena, ahora son países enteros. Recordemos que una pandemia, la influenza española en humanos ocurrida en el año 1918 se le atribuyeron entre 40 y 50 millones de muertes en el mundo. Este asesinato masivo fue ocasionado por una variante de la gripe aviar: el H1N1. El miedo no anda en burro.
El virus H5N1 tiene marca personal de los científicos internacionales en salud a partir de 1997, desde hace ocho años, cuando ocurrió la primera infección en humanos.
Según la Organización Mundial de la Salud, la cepa H5N1 ha matado por lo menos a 62 personas, todas en el sureste asiático, y más de 100 millones de aves. Desde el 2003 existe un monitoreo diario y permanente en todo el mundo para tener información actualizada de lo que está ocurriendo en todos los países que reportan casos de infección, y se hace país por país.
Es posible afirmar que en la mayoría de los países existe el virus aviario pero de los subtipos que no se contagian a los humanos y cuando eventualmente se infectan son tratados con el Oseltamivir y otros medicamentos con lo que logran controlar la infección, los síntomas presentados son principalmente conjuntivitis y otras complicaciones menores. No es el caso del virus H5N1.
Para atender este futuro problema mundial, la OMS recomienda ¡un solo medicamento! Ningún otro es admitido. Esta única medicina se llama Tamiflu, por su nombre comercial y lo fabrica exclusivamente el laboratorio transnacional suizo Roche porque es el dueño de la patente. El medicamento contiene principios activos (las sustancias que actúan contra el virus) como el Oseltamivir y el Zanamivir, que son inhibidores de la proteína Neuraminidasa, presente en todos los virus de la influenza tipo “A” y puede frenar su desarrollo.
Pero no se alegre antes de tiempo, espantado lector, no cura, sólo ayuda tantito.
Otros tipos de medicamentos son fabricados también a base de inhibidores que incluyen Amantadina y Rinantadina.
Con respecto a éstos, resulta que los vivillos chinos los habían estado utilizando, a escondidas, desde los años 90´s contraviniendo acuerdos internacionales gracias a la complicidad de su gobierno, y lo único que lograron fue que los virus aviarios generaran resistencia y se volvieran inmunes a estos dos principios activos, aunque en algunos casos y regiones se reporta que la Amantadina sí ha resultado efectiva en aves salvajes.
Por lo tanto, le tengo una mala noticia, solamente habrá un antiviral en el mundo para atender la posible pandemia: el Tamiflu. Al menos por el momento, porque quién sabe si inventen algún otro remedio gracias a los apoyos para la investigación que ha generado el temor de la peste que, dicen, llegará.
Por las múltiples emergencias y la presión internacional, en agosto pasado, Roche dono tres millones de dosis de Tamiflu a la Organización Mundial de la Salud, con el objetivo de que pueda tratar de contener la pandemia en los lugares en donde se origina.
Sorpréndase, herbolario lector, la base que nos ofrece la maltratada y frágil naturaleza para elaborar la única medicina en el mundo autorizada por la OMS es nada menos que una planta de Anís que casi todos conocemos o imaginamos. La idealizamos magnífica por el aroma característico que despide cuando nos inunda su fragancia proveniente de algún licor, de dulces, de productos de repostería y de otros variados patillos en los que se utiliza como condimento aromático.
Eso es la planta de anís: un remedio aromático y un condimento tanto en México como en Asia y en el resto del mundo que lo consume. En Asia la usan para la elaboración de diversos patillos regionales y particularmente para sazonar el pato.
Usted, agripado lector, en más de una ocasión seguramente ha consumido esta maravilla natural en alguna forma, y es a partir de esta planta prodigiosa que se elabora el medicamento. Probablemente se la ha tomado en un sabroso té, en una copita de digestivo o se lo ha untado en su presentación de aceite esencial obtenido de esa planta. Inclusive es probable que lo esté utilizando en su casa como remedio herbolario para aliviarse de algunos males como el meteorismo, la inflamación del vientre y los cólicos.
La planta asiática del Anís se conoce comúnmente con el nombre de Anís Estrella debido a la forma de sus frutos que tienen entre ocho y doce puntas, es parecido a una estrella de mar mediana. Se conoce también como Badiana o Anís de China. Las sustancias activas que contiene esta fantástica planta son las que pueden paliar, no curar, la influenza aviar una vez que se contagie de humano a humano.
Continuaremos en la próxima entrega porque usted tiene que estar bien y suficientemente informado sobre la futura pandemia. Ya casi es usted paciente lector, un experto en la materia.
Póngase abuzado, botánico lector, y tenga mucho cuidado porque la planta de Anís, llamada así con este nombre común ya familiar, tiene varias especies distintas. Algunas de ellas son muy tóxicas y hasta mortales si se abusa de su consumo. Desde el punto de vista botánico, las especies de Anís pertenecen a dos familias distintas. Las variedades asiáticas son arbóreas y alcanzan hasta cinco metros de altura y la mexicana, o mejor dicho, la que conocemos en México, es un arbusto de no más de un metro de alto.
Así que preocupado lector, no se aloque comprando y consumiendo cualquier tipo de Anís sin asesoría médica o recomendación de un naturista o yerbero profesional responsables.
Veamos que nos dice el IMSS al respecto porque esta institución tiene registrada otra variedad, la de Anís verde, la mexicana, bajo la clave 480 802 0300 para su consumo en las áreas de hospital y guarderías: “Existen otras variedades de Anís Estrella (Illicium verum) que no es condimento sino que se utiliza contra el meteorismo; sin embargo, esta es fácilmente confundible con otra variedad que es muy tóxica (Illicum anisatum) la cual puede ocasionar hasta la muerte, por lo que estas dos variedades no se autorizan para su consumo en el IMSS”. Es más debe usted saber que el consumo de los dos tipos de Anís Estrella asiático del genero Illicum sp están prohibidos en México por la Secretaría de Salud desde 1999; y en los Estados Unidos la FDA recomienda a su población no consumir ningún tipo de Anís Estrella. Inclusive se ha identificado otro tipo de Anís Estrella asiático de origen japonés que también es altamente tóxico.
Así que la cosa no es tan fácil y no bastará con tomarse un tesito de Anís como podrían pensar algunos simples. Si los apanicados por la gripe aviar no hacen las cosas bien, es probable que no los mate la influenza provocada por el virus H5N1 sino una dosis de Anís cuyo origen desconozca.
Es importante saber, que pese a la prohibición de importar y comercializar las variedades de Anís Estrella asiáticas usted las puede encontrar en este milagroso y mágico país llamado México, en cualquier lugar en donde se vendan yerbas medicinales aunque su precio se ha incrementado de manera significativa, según investigó Raquel Vargas Muñoz, reportera de Crónica, usted puede conseguir el Anís Estrella asiático en el mercado de Sonora, mundialmente conocido, desde unos 30 pesos por cien gramos hasta 100 y 400 pesos el kilo. Sigue siendo un remedio herbolario que han utilizado las abuelas para aliviar los cólicos de los bebés sin conocer su conocer su grado de toxicidad.
En México tenemos algunas variedades de Anís. Una de ellas, la más conocida y comercial, lleva el grato nombre científico de Pimpinella anisum, se le llama comúnmente Anís verde y es muy utilizado en la farmacopea, en la industria como remedio y en la modalidad de condimento desde tiempos inmemoriales. Pertenece a la familia de las umbelíferas. Hasta donde sabemos, no es una planta nativa o endémica sino que fue introducida por los españoles en varias regiones de clima templado del país. No es tóxica y su infusión es exquisita.
En caso de que lo asalte la genial idea de consumir este u otros productos similares, iluso lector, para prevenir la influenza aviaria que produce el virus H5N1, el virus de la muerte, antes de un posible contagio, no le servirá de nada, repito, de nada. Lo que se requiere es atención médica profesional y recibir tratamiento con un antiviral efectivo a base de Oseltamivir o una vacuna contra el mal y encomendarse al santo de su devoción, para el caso pudiera ser san Judas Tadeo, el apóstol de las causas imposibles. No hay más.
La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad reporta otra variedad de Anís verde o común y le llama erróneamente Apium anisum con los mismos usos ya comentados. La institución indica que básicamente se ha utilizado para el tratamiento de cólicos en lactantes. Y agrega “el principio activo que disminuye esta afección es el Anetol o aceite esencial de Anís que es idéntico al del Anís común o Anís verde (Apium anisum), utilizado en repostería, como licor y como esencia. No obstante el Anetol encontrado en las especies del género Illicum (Anís Estrella asiático) es más concentrado que en el Anís verde”. El nombre de la variedad mexicana Pinpinella anisum es el correcto y corresponde a la especie que se produce en México. La Comisión señala que, según reportes médicos, el exceso de consumo del principio activo, el Anetol, puede producir daños en el sistema nervioso, y agrega, que los licores obtenidos a partir del Anís Estrella asiático puede producir envenenamiento en quienes lo consumen. Así que póngase las pilas.
Pero regresemos al Tamiflu.
El diario inglés The Independent reprodujo los datos que le dio el laboratorio suizo Roche para la obtención de los principios activos del hoy célebre medicamento.
El Anís Estrella se cultiva en cuatro provincias chinas y se necesitan inmensas cantidades de sus semillas. El Anís Estrella es cosechado por los granjeros locales entre marzo y mayo, se purifica y se le extrae el ácido shikimic durante un proceso de manufactura de 10 pasos que toma un año. Sólo el Anís Estrella cultivado en esas cuatro provincias de China es apropiado para fabricar el Tamiflu y 90% de la cosecha ya es utilizado por Roche. Una vez que el ácido shikimic es extraído de las semillas del Anís Estrella se convierte en un epóxido (compuesto químico a base de un átomo de oxígeno asociado a cada uno de dos átomos de carbono), en un proceso que requiere tres pasos químicos llevados a cabo a muy bajas temperaturas en siete diferentes espacios físicos; en la parte más peligrosa del proceso se convierte en un Azide (compuesto químico que contiene tres átomos adyacentes de nitrógeno) en una reacción que produce un material altamente explosivo. El paso final en la fabricación es la producción de cadenas de cristales del ingrediente activo del Tamiflu, cuyo nombre químico es Oseltamivir, que son deshidratados al vacío y convertidos en cápsulas”. El proceso industrial suena bastante interesante, complicado y prolongado, ¿no le parece, industrioso lector?
Pues así es como se obtiene el famosísimo Tamiflu el cual ni siquiera alivia la enfermedad, sino que solamente reduce la severidad de la influenza humana contagiada por aves y puede frenar el desarrollo del virus H5N1; ataca algunos de los síntomas, siempre y cuando, se administre en las primeras 48 horas de la infección, según han señalado insistentemente varios especialistas para no crear falsas expectativas.
La Unión Europea, los gringos y los asiáticos se encuentran nerviosos porque solamente tienen antivirales o antigripales como el Tamiflu para no más del 2% de su población y necesitan cubrir con este medicamento el 25%, para atender a las personas de alto riesgo. El gobierno británico ha pedido 14.6 millones de tratamientos de Tamiflu, suficientes para el 25% de su población, pero sólo había recibido 2.5 millones. El presidente Bush resolvió destinar 7,100 millones de dólares (29.58 dólares por gringo) para atender preventivamente una epidemia que, según dicen, no existe.
Pero el miedo en el caso de los gringos, continua creciendo porque a la Asociación Estadounidense de Médicos de Emergencia (ACEP) advirtió recientemente, que de dispararse una epidemia de gripe aviaria en humanos los hospitales estadounidenses se desbordarán muy rápidamente y habrá retrasos, explicables pero trágicos, en el cuidado de los enfermos, agravando el contagio. Lo mismo pasaría en el resto de los países cuando se presente la enfermedad. Una vez que se dé la influenza aviar de humano a humano, el Banco Mundial estima que en Estados Unidos podrían registrarse entre 100 y 200 mil muertos. Y ya sabemos que cuando a los gringos les da gripa en México nos da pulmonía.
¿Me sigo preguntando porqué tienen tanto pánico los reacios dirigentes políticos y los científicos internacionales por algo que, dicen, todavía no existe?
¿Ya se imagina usted por qué, críptico lector?
En México el presidente Fox también decidió apoyar con fondos del presupuesto 2005 la prevención y el contagio y destinó 600 millones de pesos (0.53 dólares por habitante) equivalente a 56 millones de dólares, el 0.8% de lo aportado por los gringos, y tal vez, solo tal vez, el año que entra se asigne algo más. Y agrega Fox con inusitado optimismo que “en cuanto se detecte la presencia del virus en las naciones menos desarrolladas, México será uno de las primeras naciones en contar con una reserva de antivirales para tratar el padecimiento” porque así lo acordaron en una reunión de alto nivel promovida por la OMS en donde se concertaron acciones como la anterior. Y terminó con una advertencia “Ante esta amenaza no caeremos en confianzas infundadas y mucho menos en simulaciones. Mantendremos la guardia en alto para evitar o eliminar cualquier riesgo por mínimo que parezca”.
¡Uuufffff qué alivio!
¿Qué oportunidad tenemos los mexicanos con un sistema de salud convertido casi en chatarra, destartalado, sin inversión y en el abandono? Con este disparatado salvador, que Dios nos agarre confesados.
Lo mejor del asunto es que la Secretaría de Salud con el doctor Julio Frenk a la cabeza ya se aplicó para atacar la posible pandemia. Lo hizo con solvencia técnica y no con discursos, mediante la realización y publicación de un impresionante Plan Nacional de Preparación y Respuesta Ante una Pandemia de Influenza. En el Plan participan más de 15 dependencias incluidos el Ejército y la Marina.
El Plan contiene, también, un documento denominado Manual Operativo que incluye: puestos de mando, vigilancia, atención médica, hospitales de campaña, kit básico de medicamentos, comandos de respuesta rápida en diferentes ámbitos, vigilancia especial de contingencias, manejo de cadáveres, fortalecimiento de laboratorios y estandarización de diagnóstico, reserva de medicamentos y vacunas, difusión y movilización social, capacitación, sistema de información geográfica sobre la influenza, investigación, evaluación y seguimiento. No les faltó nada.
Es un Plan extraordinariamente importante que abarca todos los aspectos que se pueden presentar en una pandemia, antes y después, no queda nada al azar. Es lo más completo que conozco, es público y puede ser consultado en la página de Internet de la secretaría de Salud.
Vale la pena. Léalo. Infórmese. Actúe.
En una conferencia sobre el tema de la posible pandemia, impartida por el doctor Jesús Kumate Rodríguez, ex secretario de salud y experto en vacunas, fue mucho más preciso y escalofriante al destacar que “la pandemia de influenza aviar ocasionaría la muerte de alrededor de 100 millones de personas en el mundo, y en México nuestro único recurso será ir a La Villa, pues aunque se concretara el proyecto del gobierno federal para producir aquí la vacuna contra la enfermedad, los primeros inmunológicos se obtendrían después de un año y la infección puede ocurrir en cualquier momento…. En el supuesto de que el virus H5N1 mute y adquiera la capacidad de transmitirse de persona a persona, casi nada se podrá hacer para detener la pandemia. Actualmente la capacidad de producción mundial de la vacuna contra la influenza aviar es de 300 millones de dosis por año, pero hay más de 6 mil millones de seres humanos. La cobertura del biológico sería totalmente insuficiente”. Respecto a las aseveraciones del secretario Frenk en el sentido de que los países desarrollados transfieran a México la tecnología para la producción del inmunológico una vez que se conozca el tipo de virus causante de la eventual pandemia de influenza aviar, el experto mexicano comentó que es buena idea pero “habría que ver si hay la disponibilidad presupuestal para llevar a cabo la producción y confiar en que la enfermedad no aparezca antes de un año, que es el tiempo que los técnicos mexicanos tardarían en fabricar la vacuna.
¡Zas!
En la próxima colaboración terminamos, lo prometo.
La ONU por conducto de su Secretario General Kofi Annan lanza una alerta mundial usando una frase admonitoria en la más reciente reunión de expertos celebrada este mes en Ginebra para tratar el tema de la gripe aviar y su contagio a humanos: "Día a día, las campanas de alarma parecen sonar con más fuerza... Debemos ser honestos con nosotros mismos y admitir que sólo acumular medicinas antivirales no es una estrategia... es indispensable el permanente contacto entre los países para compartir información sobre el virus y decir a la población de qué se trata y qué debe hacer... Como han demostrado otras pandemias, el silencio es muerte". En el conclave ginebrino se definieron varias medidas para enfrentar el mal con la intervención de varios países, principalmente los desarrollados.La OMS aportó su dosis de dramatismo a un asunto ya de por sí caliente, al afirmar que “esta pandemia causaría la muerte de más de 150 millones de personas en todo el mundo”. Por su lado el vicepresidente del BM, James Adams continúa con la aportación de cifras aterradoras indicando que la gripe aviar en humanos “causaría pérdidas del 2 al 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) en los países desarrollados y costos superiores a los causados por el Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SRAS) en 2003”, que son algo así como 550 mil millones de dólares. Las afirmaciones anteriores se refieren solamente a las economías de los países desarrollados ya que los otros, los pobres y los subdesarrollados, los jodidos pues, no cuentan en esta danza de cifras sobre las pérdidas y la muerte. Así que échele cuentas. Si se contara el daño mundial por la pandemia, se estima que podría llegar por lo menos a 800 mil millones de dólares en un año, según evaluaciones del Banco Mundial vertidas en la conferencia mundial de Ginebra. Como resultado de ésta cumbre mundial, a la que asistieron representantes de más de cien países, se generó un plan global que supervisará la OMS para atacar la gripe aviar en el mundo, y se acordó destinar alrededor de mil millones de dólares en los próximos tres años para financiar la estrategia y tratar de controlar la peste. El plan incluye la creación de reservas de vacunas, tareas de prevención, implantación y mejoramiento de los sistemas de vigilancia veterinaria, entre otros, y finalmente, un acuerdo trascendental: el pago parcial a los productores afectados cuando se vean obligados por las autoridades sanitarias de su país a sacrificar sus criaderos de pollos. Esta medida es de una extraordinaria importancia porque los productores son siempre los que pierden todo y se quedan con una mano atrás y otra adelante cuando tienen que acabar, por la fuerza de las circunstancias, con la totalidad de su patrimonio. Son los arruinados de siempre. Por el bien de todos el gobierno federal y los estatales deberán diseñar una medida complementaria para compensar con un pago en efectivo a quienes que se vean obligados a sacrificar a sus animales. Urge una definición en este sentido.
Según Juan Lubroth, oficial superior del Servicio de Salud Animal de la FAO, el organismo lleva más de 18 meses pidiendo fondos de países y organismos “para hacer campañas sobre el terreno para prevenir que se disemine la enfermedad. Sin embargo, hemos recibido muy poco dinero, no hay fondos para hacer lo que se tiene que hacer y ya tenemos el virus no sólo en Mongolia, Rusia, Kazajstán, y tenemos casos positivos en Turquía, con sospechas en otros países".
¡Hágame usted el favor!La situación se complica aún más. En el mercado chino y en general el asiático ya comenzó la escasez del pequeño fruto de donde se extraen las semillas para obtener el Tamiflu, y por lo tanto, no hay materia prima suficiente para la fabricación de más antiviral para cubrir la explosiva demanda mundial y abastecer a los países que quieren reservas millonarias de dosis para atender, apenas, a un porcentaje mínimo de sus poblaciones. El fruto adquirió un valor estratégico para la seguridad nacional en las naciones que lo producen pero, además, la producción existente no alcanzaría ni para los propios chinos. Es más, ya no hay semillas de anís estrella asiático hasta el año que entra porque su producción es estacional. Por lo tanto tampoco serviría de mucho que el laboratorio Roche libere la patente porque no hay materia prima. Nuevamente citamos al periódico The Independent “Roche afirma que en 2004 dobló la producción de Tamiflu; que volvió a duplicarla en 2005 y lo hará nuevamente el año próximo.” Aún así, la oferta será totalmente insuficiente para atender la explosiva demanda mundial. Más recientemente, en la reunión de Ginebra a la que hemos aludido, la empresa transnacional Roche, en un intento de calmar en algo la desbordada preocupación mundial asegura que puede producir en 2006 y 2007 más cantidades de su medicamento Tamiflu que el total de los pedidos que recibió hasta ahora. Hay que agradecerle a Roche sus mentiras piadosas para calmar a algún desinformado. A mí me parece increíble lo que dicen porque están sujetos a la disponibilidad de materia prima y prácticamente ya no existe semilla de anís hasta el año que entra. La planta de anís asiático tiene una capacidad de producción anual que, salvo excepciones, no puede ser alterado para duplicar o triplicar la producción de frutos y semillas. El laboratorio suizo asegura que producirá 115 millones de tratamientos en 2006 y 300 millones en 2007. Los 300 millones de dosis anuales de Tamiflu planeadas para el 2007, serían suficientes apenas para el 5% de la población mundial considerando una dosis por persona.
En 2005 y 2006 sólo se tiene disponible el medicamento para cubrir con una dosis a no más del 2% de la población mundial. Esta cifra es “10 veces superior a la de 2004”, según la empresa. Por otra parte, la compañía afirma haber recibido más de 150 ofertas de otros laboratorios de diversas partes del mundo, para producir el antiviral y ha señalado que en la fila se encuentran ocho laboratorios de donde seleccionarán posibles socios esperando tener resultados para fines de este año. Durante la reunión mundial celebrada en este mes de noviembre sobre el tema, el laboratorio suizo indicó que Vietnam se convirtió este miércoles en el primer país en anunciar un acuerdo inicial con el grupo farmacéutico para producir el Tamiflu. Pero de ahí a que el país seleccionado pueda producir con solvencia el medicamento hay un gran trecho, porque aún con la asesoría y transferencia tecnológica le llevará cuando menos un año tener la producción necesaria para el 25% de su población. Además, ¿de dónde van a sacar la materia prima?
¿Y todos los demás qué?
Con estos datos de la farmacéutica Roche, se confirman los negros augurios del Doctor Kumate y lo convierten en un pitoniso sumamente atinado y veraz.Hay otro pequeño problema. Por el horror mundial generado, estalló la demanda y ya no hay anís estrella y menos producción disponible de Tamiflu en el mercado mundial. Toda la producción está vendida. Son decenas de países en la lista de espera a las puertas de Roche y la fila es para que les surtan sus pedidos a partir del 2007, porque, por ahora, se acabó. La empresa farmacéutica les recuerda a todos aquellos que insisten en la liberación de la patente para fabricarlos cada cual en su país ante la emergencia: “Debido a la escasez de la materia prima, sería muy difícil que otro fabricante pudiera producir el medicamento.” Acuérdese usted, agripado lector, que en este invierno 2005-2006 la población mundial consumirá gran cantidad de antivirales por la influenza humana estacional que se presenta siempre, cuando las temperaturas bajan.
Así que ¿de dónde? ¿O cómo?La demanda de este antiviral ocasionó que la cotización de las acciones de Roche subieran hasta las nubes reportando utilidades superiores al 20% en el tercer trimestre de este año. Sin embargo, la empresa sostiene, a manera de explicación, que invirtió más de 800 millones de dólares entre 1992 y 1999 para desarrollar el medicamento y operar su estrategia comercial. El precio en el mercado por una mísera cajita con diez cápsulas se ha disparado hasta en tres o cuatro veces su valor normal.
Y eso que ni siquiera cura.
Hay empresas de subastas que tienen el producto disponible por Internet, las cuales, han tenido que retirar el medicamento del mercado por los altos precios alcanzados gracias a las compras de pánico. Además, en Europa, algunas empresas ya comenzaron a vender máscaras especiales para impedir que el virus penetre por vías respiratorias. Se crean sitios y foros en Internet, en los cuales, en asociación con la blogosfera se estableció una Semana de Conciencia de la Gripe Pandémica desarrollado en octubre anteriorYa no podrá salvarnos ni siquiera el doctor Simi.
Aunque... quién sabe, tal vez sí pueda hacerlo, porque dicen las autoridades de Bangkok que empezarán a producir un genérico del Tamiflu, un pirata pues, un Chafiflu; la fórmula será “copiada”, dicen, por la organización farmacéutica del gobierno tailandés (GPO) en un proceso que durará alrededor de tres meses, apuntan; de tal suerte que este Chafiflu empezará a distribuirse entre los consumidores a partir de febrero de 2006, según Mongkon Jirasatikarn, director de la GPO. No se indicó si cuentan con la autorización del dueño de la patente para producir esta versión del Tamiflu. Y como usted imaginará fácilmente, cultísimo lector, por los datos que le he dado, producir el Tamiflu no son enchiladas, ni escarbar en la tierrita o cortar hojitas de anís, así que muy probablemente esta “copia de la formula” sin el “saber cómo”, sin la tecnología y sin la materia prima, suena a cruel vacilada para la población tailandesa.Así que usted, taimado lector, desconfíe y tenga cuidado con el Chafiflu que le ofrecerán los charlatanes que, por desgracia, empezarán a proliferar.¿Y qué pasa con el Tamiflu en México? Pues ahí le va, esperanzado y animoso lector. Según la Secretaría de Salud el primer millón de dosis de Tamiflu llegará a México en el mes de julio del 2006 si bien nos va. Con los datos que usted ya conoce, ilustrado lector, ¿cree que en efecto tendremos el Tamiflu a mediados del año entrante? Y si lo tuviéramos, lo cual está en chino, sólo dispondremos de antiviral para el 1% de la población nacional. Esto es nada, necesitaríamos antiviral para 25 millones de mexicanos, cuando menos.
Bueno, seamos optimistas, eso será mejor que lo disponible hoy: nada. Y confiemos en el secretario Frenk a quien, por ahora, le otorgo mi confianza a sus capacidades, solvencia técnica y científica para atacar este problema como ya lo están haciendo, según lo comentamos.
Por lo pronto, se creó un Centro de Comando de Emergencias Epidemiológicas para coordinar los trabajos.De todas maneras, habrá que seguir implorando un milagro de San Judas Tadeo para que no nos abandone.A mis lectores hipocondriacos, y a los saludables también, les informo que con esta entrega finaliza la serie de seis columnas sobre el virus de la gripe aviar H5N1; mi única finalidad fue informarle lo mejor posible, no asustarlo ni preocuparlo. Hoy, usted sabe qué es la gripe aviar, qué es un virus, cuánto mide, dónde está, como se multiplica, qué han hecho los organismos internacionales y nuestro país para contenerlo, cuál puede ser un remedio parcial, de dónde se obtiene el medicamento y cómo, en fin, se está trabajando para atender este mal.
Ya sabe usted en dónde se encuentra parado.Considero que con esta breve reseña columnar que le he preparado, será usted un experto consumado sobre el tema, siempre y cuando los lea y estudie allegándose más y mejor información responsable. Retornaremos al tema cuando exista mayor información que usted deba conocer.Mientras, les deseo salud, amor y dinero, en ese orden, hoy más que nunca.
Adiós y buena suerte.

Y SI UN DÍA DESAPARECIERAN LAS MAÑANERAS…

A veces me preguntó ¿qué pasaría si no hubiera mañaneras? ¿Se acabaría la democracia en el país? ¿Se terminaría la inseguridad que padecemos...