enero 19, 2009

GOBERNAR ES NO ABUSAR

En política, lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno.
Konrad Adenauer

Algunos de mis fieles cuatro lectores recordarán, tal vez con molestia, mi acendrada defensa de la Propuesta de Adecuación de Valores Catastrales para el ejercicio fiscal 2009 correspondientes al municipio de La Paz y en general las de los otros cuatro municipios del estado. Mi columna fue publicada antes de las aprobaciones del Congreso a diversas propuestas de los municipios sudcalifornianos. Pero, de manera especial, mi defensa a favor del respeto de las propuestas municipales obedeció a la necesidad de que estas entidades de gobierno fueran reconocidas y considerados mayores de edad, capaces de gobernarse a sí mismas “sin la intervención de terceros”, y que sus decisiones para impulsar políticas públicas tuvieran un costo político por la vía electoral a favor o en contra, atendiendo a los efectos nocivos o benéficos de sus impactos en la mayoría de la población afectada por sus decisiones.
Yo sabía que el impuesto predial aumentaría en el 2009 pero pensé, con la ingenuidad que me caracteriza, que lo harían de manera razonable, gradual, equitativa y proporcional, tomando en consideración lo que tradicionalmente venía pagando año tras año.
En mi caso particular, este incremento fue absolutamente desproporcionado, ilegal e inequitativo, incluso podría decir, abusivo, respecto al pagado el año anterior. Es decir, yo pagué en el 2008, 312.20 pesos de impuesto predial. Este año pagué también por adelantado el 2009, y aún con el descuento, liquidé un total de 1,067.89 pesos y si Pitágoras no miente, pagué un 342% más respecto al año pasado.
Pues bien, pagué por ver, como en el juego de azar, y me costó mucho en el año cumplir con mis obligaciones impositivas como el predial. Sin embargo, no estoy de ninguna manera de acuerdo con la cifra pagada ya que el incremento aplicado es significativamente alto y fuera de toda proporción. Me declaro cliente del amparo para evitar estos abusos de autoridades gandallas. Aclaro, yo sí estaba de acuerdo en pagar más, ese no era el problema, pero un 40% o 50% de incremento que ya es de por sí alto pero significaba en los hechos un aumento de alrededor de 120 o 150 pesos más, respecto a lo que venía pagando años atrás.
Tengo dos opciones, una me lleva al amparo no porque yo no pueda pagar, ya lo hice con algún esfuerzo, es sólo que me parece un arbitrariedad de las autoridades municipales. Mi segunda opción es más simple: votaré en contra de Rosa Delia Cota Montaño cuando ocupe votos, y de cualquiera otro de los regidores que votaron por el aumento sin considerar estos factores de equidad, gradualidad y proporcionalidad en el incremento de los impuestos.
¡Ay que miedo! Dirán con sorna, y seguramente les dará risa que mi voto les sea negado por abusivos. Pero yo sé que, en el fondo, estos políticos municipales están temblando de miedo porque a la hora de contar los votos les van a sudar hasta las enaguas porque un solo voto puede ser la diferencia para ganar o perder una elección, lo hemos visto con frecuencia.
En las dos opciones les voy a ganar. Sin duda.
Y como dijo el tinterillo guasón: nos vemos en la barandilla.
Y por el lado electoral nos vemos en la casilla, ya falta muy poco.
Realmente me da hueva meterme en estos vericuetos legales y electorales como medio de defensa y venganza. Pero no hay alternativa.
Usted, agudo lector, se preguntará la razón por la cual manifiesto tanta inquina ante este abuso. Pues es muy sencillo y se lo voy a explicar, es pura aritmética.
Al término de la administración anterior, el municipio de La Paz contaba con alrededor de 3,121 empleados. Lo que me molesta y me indigna más, es el hecho de que ahora mismo el municipio cuenta con alrededor de 3,302 empleados por lo que la carga financiera para liquidar la nómina se incrementó de manera notable. Lo que esos números nos dicen, es que en esta administración contrataron a 181 empleados nuevos, aproximadamente, en lugar de aprovechar el viaje para reducir la nómina municipal que está, insisto, excedida. Los nuevos empleados son de pago único y de confianza, es decir, puros incondicionales y compromisos de campaña. Lo saben las autoridades, lo perciben los trabajadores y conocen el fenómeno los dirigentes sindicales.
Al final de la XII administración municipal, iniciaron su proceso de jubilación o pensión más o menos 131 trabajadores con lo cual quedarían aproximadamente 2,990 empleados porque saldrán antes del mes de febrero de 2009. Sin considerar a los herederos de esas plazas. Aún con esas salidas al municipio le sobrarán, todavía, casi mil trabajadores. Desde luego que el pago de la nómina es un martirio quincenal porque los ingresos del municipio son más bien raquíticos y apenas sacan los compromisos de pago, no se diga en el caso de los gastos extraordinarios de diciembre donde los egresos se multiplican por tres.
El impuesto predial abusivo que nos endilgaron será destinado para pagar la nómina de sus amigos, compadres y cómplices, es decir, de los 181 empleados nuevos que ingresaron a las filas municipales con esta administración sin necesidad, según números al mes de diciembre del 2008. Y sin duda alguna, los ingresos extraordinarios que se obtengan por el incremento del predial, van directo al pago de sueldos y privilegios para los nuevos “trabajadores” y las nuevas autoridades municipales.
A propósito, ¿ya le cobraron a la tal Kikey lo que le debe al municipio?
Este municipio nuestro, el de La Paz, funcionaría de maravilla con un total de 2,000 empleados capaces que se dedicaran realmente a trabajar con espíritu de servicio y compromiso con la gente a la que están obligados a servir. Bastaría visitar al azar alguna oficina municipal para constatar que hay empleados sobrantes. Hay algunos trabajadores que desempeñan sus labores con responsabilidad y compromiso, apenas unos cuantos. El denominador común es la chorcha y la improductividad.
El asistencialismo se ha convertido en política pública con fines electoreros rapaces.
Por estas razones no acepto, de ninguna forma, que me incrementen los impuestos y menos en la proporción desmedida y abusiva en que lo hicieron.
No tienen vergüenza.
Este abuso lo tendrán que pagar con lo que más les duele: el voto y el amparo en su contra.
En efecto, gobernar es no abusar.
En mi columna anterior “Gobernar es no estorbar”, alusiva a la defensa de las propuestas municipales en torno a los nuevos valores catastrales, dije “Quienes realizaron los trabajos no propondrían alguna tontería fuera de la realidad económica local en perjuicio de sus habitantes, o algo carente de sustento”.
Me equivoqué. Lo reconozco.
No nos propusieron una tontería, en efecto, cometieron un gran atraco. Sencillamente lograron concretar un abuso indiscriminado para sangrar a los paceños.
Qué poca…
Ahora saldrá más caro vivir en La Paz que en New York.

Y SI UN DÍA DESAPARECIERAN LAS MAÑANERAS…

A veces me preguntó ¿qué pasaría si no hubiera mañaneras? ¿Se acabaría la democracia en el país? ¿Se terminaría la inseguridad que padecemos...